miércoles, 21 de agosto de 2013

Rutas ..


Mi ausencia ha logrado que algunos de mis seguidores se inspiren, bien por eso, estas líneas son de Sebas... me pusieron mucho , espero que consigan ese mismo efecto en vosotros..
saludos
CarlosD

Iba en el asiento 38 del segundo piso, un viaje de 9 horas recién  en sus dos primeras, despierto por la necesidad imperiosa de orinar, en el panel late la  señal roja que indica  esperar un momento... está exactamente sobre el baño del primer piso... frente a las escaleras que lo conducen a él, atento escucha el abrir de la puerta y el nuevo cerrar, espera a que el pasajero suba... 1,2,3 minutos pasan y nada, la señal indica verde... así que decide bajar, son 01:35 am, todo es silencio y oscuridad... desciende torpemente por las escaleras y se ubica frente a la puerta para tirarla con fuerza... pasa de ser el pasajero a ser el espectador de aquella escena... el tripulante del segundo piso (terramozo) yace sentado con aquel pantalón ajustado (del que se había percatado al abordar) hasta las rodillas, un bóxer negro de ribete blanco remangado también, ocultando las piernas del pasajero quien simulaba ser su asiento, con el pantalón en la misma ubicación pero enganchado a él por su virilidad... estupefacto el espectador, el asistente y el pasajero... ni una palabra, solo ligeras respiraciones agitadas de los amantes y un poco aceleradas de él... qué hacer?  intenta cerrar la puerta? unirse al juego? O Solo observar? Pasan segundos que siente que son minutos... el asistente tiene la mirada enclavada en sus ojos..  Mientras que el pasajero está enclavado a  él... le lee la mente? El espectador intenta cerrar la puerta... pero el asistente no lo permite pero tampoco lo invita a pasar... comienza a elevarse y sumergirse en el amante... el pasajero está en una mezcla de sorpresa, placer y vergüenza... al tripulante solo lo inunda el placer... ni un sonido.. ni una palabra... solo un rostro que (él) no había visto ni en las mejores ediciones porno, ni en sus perfectos sueños oníricos. Se elevan... el pasajero se siente en confianza... y empieza a embestirlo con una brutalidad propia de un toro motivado por el intenso color de la sangre, no puede evitarlo y el tripulante explota en placer sin necesidad de ningún roce añadido, los espasmos son percibidos por el pasajero amante y lo inunda de él en blanco lechoso. 
El espectador contempla excitado toda la escena... pero siente que es hora de culminar.. cierra la puerta y sube presuroso a su asiento, sube primero el pasajero con la cabeza mirando sus zapatos quizás buscando alguna prueba que lo delate o quizás no queriendo hacer frente al espectador de lo ocurrido... al minuto sube el tripulante, no pudo evitar ver al espectador a los ojos, con una media sonrisa le dice: todo bien señor?... El mirón asiente con la cabeza y dice: gracias... el terramozo pasa de largo a su posición habitual... el mirón no pudo satisfacer su necesidad, decide quedarse ahí lo más que resista... teme bajar y convertirse en el nuevo pasajero amante, sabe que no podría evitarlo...