jueves, 6 de abril de 2017

Viendo abajo

Verte caminar descalzo por la casa me pone de un ánimo especial, me muestras lo relajado que se puede estar, incluso rodeado de paredes, ver tus pies enfrentar el piso helado, y deambular de un lado al otro tiene un encanto peculiar, no solo por el significado de libertad que irradia sino porque tus pies me vuelen loco.

Y es verdad, ese segmento tan oculto del cuerpo, puede despertar sensaciones de lo más extrañas, desde la libertad hasta una excitación tan fuerte y poderosa que magnificaría cualquier orgasmo si ellos están involucrados en el juego. No les pasa a todos, pero creo que si a muchos, por lo menos a mí me fascinan, y si son los tuyos más aún, es que son hermosos, tus pies pálidos, de dedos largos, de escaso vello, de uñas perfectas y de una suavidad que se continúa desde dorso hasta la planta, podría observarlos por horas y ser feliz y me excito de solo recordarlos en mis hombros cuando te hago el amor, es que son perfectos y estoy seguro que lo sabes, y sabes que me gustan, sé que los utilizas al rozarme suavemente los tobillos para buscarme en el sexo, y cuando la faena inicia sabes que detesto que tardes en quitarte las medias, es más, me entusiasma verte vestido y descalzo, e iniciar de esa forma el juego, dejar que los acaricie, que los coloque cerca de mi rostro, que perciba su textura con mis mejillas, que su olor invada mi sentidos y que soportes esos mordiscos que suelo darles y que me hacen agradecerte lo genial que eres cuando invado esos segmentos tuyos, esos que están abajo, que enfrentan el suelo, y que adoro tanto.

Adoro que los cuides así, siento que es por mí, que dedicas tiempo a escoger calzado cómodo, que tus uñas sean tratadas como tu cabello, con cuidado y por un experto, que los exfolies para conservarlos suaves, que los hidrates cuando se exponen al sol o a la arena, que los tengas siempre listos para mí y mi morbo extremo.


Hoy me encendiste al caminar descalzo, y sabes que te espero entusiasta para inicial el juego,  que no dejaré que te desnudes de golpe, me entretendré en el sur, en tus pies,  llegaré al cielo jugando con ambos para después de haber pasado un delicioso tiempo en ellos, hacerte mío una vez más, explotando todos esos otros rincones que merecen sus propias líneas en este blog.