lunes, 29 de marzo de 2010

No HaY PAjA MaLa


Respondiendo a la consulta sobre la Masturbación.

No hay paja Mala

Matías, (13) espero te masturbes con más libertad tras leer esto,

La masturbación ha constituido y constituye una de las formas mas simples de obtener placer, y no solo eso, muchas cosas más. Desde que descubrimos la posibilidad de conseguir orgasmos autoinfringiéndonos tocamientos sucesivos y rítmicos sobre el pene en erección, hicimos de esa actividad una potencial forma de liberar esas tenciones que a veces resulta complicado liberar en complicidad.

Desde muchos puntos de vista la masturbada, resulta común, frecuente y hasta variada en maniobras adicionales, la adolescencia nos permite descubrir los estímulos perfectos, hemos sido prácticos en el baño del colegio, a veces en la zona trasera del aula, desnudando el pene, desnudándonos plenamente, o incluso sin desnudar nada, lo hemos hecho solos, acompañado de algún amigo, o de la mancha, en retos casi deportivos tratando de lucirnos expertos y hasta aconsejando al resto. Esa etapa de la adolescencia hizo madurar ese sentimiento de culpa que nos correteaba tras eyacular, y hoy en madurez, nos permite disfrutar sanamente de la fricción detallada.

Con el paso del tiempo, quizás nos alejamos de esa frecuencia tan alocada y de lo exótico que resulta medir distancias, o incluso alturas, o de utilizar la única y clásica revista o el video que escondemos en el lugar más seguro de la habitación, hemos descubierto la forma perfecta de hacerlo, a veces tras el estimulo de una imagen, o algún aroma, o en busca de la calma para conciliar el sueño o para enfrentar un estrés del trabajo o de la vida familiar, encontramos la forma perfecta de cogerlo, de acariciar otras áreas, las tetillas, el ano, los testículos, de mordernos los labios, ubicamos la posición más cómoda, sentado o sobre la cama o de pie, buscamos la desnudez plena , por lo menos superior, sabemos que podemos humedecerlo y facilitar las cosas, dominamos el ritmo, conseguimos la sonrisa manchándonos con libertad y esa sensación de relajo pleno que nos arranca un bostezo o libera el ánimo para enfrentar las cosas.

Una paja es saludable, es el resultado de conocernos plenamente y de haber eliminado de la mente, el prejuicio que significaba que el tocarnos pensando esas cosas constituía una falta tonta de la vida adolescente.

A correr pues, que el deporte siempre es aliado de las mentes más sanas.

sábado, 27 de marzo de 2010

Un Amor Que EscaPa LenTamenTe


Un Amor Que Escapa Lentamente

Hoy te sentí a mi lado y mi alma se alegraba, me acerqué a ti lentamente, y crucé mi cuerpo al tuyo, la cama pequeña se hacía más chica aún y nos obligaba a acercarnos a estar más juntos, sentía tu calor tan cerca, que se fusionaba al mío, recorrí tu cabeza con mi mano, partí en tu frente y llegue a la nuca, rosando mi palma por ese pelo creciente, tu rostro suave y rasurado, tus ojos cerrados, parecían presionar sus parpados fuertemente mientras te tocaba, sentía tu olor, que era el mío, y te quedaba tan bien, mi alma sonreía, hacía tanto que no te tenía, que ya extrañaba lo bueno que era, resucitaba.

Mis manos descendieron por tu espalda desnuda, tu suavidad me estremece, llego a la curvatura que son tus nalgas, prominentes y endurecidas, siento que las contares ligeramente, resaltando inconscientemente su marcada forma, te acercas y suspiras en mi oído, tu aliento matutino inunda mi rostro y me gusta, presiono tu espalda cojo tus nalgas, apretó en mis manos cada una de ellas, lo hago de forma tosca, y recapacito y acaricio tiernamente, regreso a la tosquedad y gimes, siento tu erección frente a la mía, lenta y segura, siento ahora tus manos recorrer mi espalda y detenerse en mis nalgas, tu rostro gira y se enfrenta al mío, los ojos aun cerrados, tus labios junto a los míos, tu respiración inundando el aire, apropiándose del mío, te beso y me correspondes, a veces con ternura, otras toscamente.

Las manos que agarraban mis espaldas recorren la cintura y se ubican frente a mi pene erecto y a la espera, rozan su palma suavemente, parecen dimensionarme, se cierran sobre su cuerpo erguido, y lo friccionan delicadamente, de arriba abajo, un cristal fluido emerge escaso. Desciendes, tu rostro recorre mi pecho, el abdomen y se detiene entre mis piernas, me hueles y siento tu respiración marcada, luego tus labios acarician mis testículos para detenerse en mi e introducirme lentamente, humedeciendo con generosidad, acariciando con la lengua, me tomas y me sueltas, rítmicamente, mi espalda se arquea, mi respiración se hace gemido.

La batalla se ha sucedido mil veces previamente, pero esta vez es especial, de las menos elaboradas, pero de las más sentidas, te extrañaba, y hoy te sentía tan cerca, tras el juego entre tu boca y mis genitales, recorrer el camino de retorno rumbo a mis labios, me miraste y vi tu ojos, inmensos, de pestañas agresivas, de cejas gruesas, los vi ansiosos, casi suplicantes, giraste y me enfrentaste a tu espalda, tu mano detrás de ti me buscó delicadamente y al encontrarme, dirigió mi pene a esa ruta entre las nalgas, que ansioso recorrí hasta encontrar tu ingreso, delicadamente empuje la entrada, la que se abrió suavemente permitiéndome ingresar tras gemidos contenidos, te quebrabas, y seguías mi ritmo, lo conocías tan bien, me encantaba saber que mis acciones eran de tu dominio, conseguías arrancarme el orgasmo tan pronto el tuyo se manifestaba, era tuyo, tanto como tu mío.

No recuerdo el final de esa batalla, recuerdo lo húmedo de la cama, me veo a mi abriendo los ojos sorprendido, tu no estabas, hacía tiempo que ya no estabas, ese tiempo que recordé había transcurrido sin tocarte hasta antes de haberte hecho el amor en mi sueños , seguía intacto, sonreí, porque aun te extraño, y no es malo, no lo hago con frustración ni enojo, si no con el grato placer que causó este sueño húmedo, que pese a despertarme a las 4 de la mañana, mereció que me incorpore y lo transcriba en estas líneas, sé que cuando las leas, si lo haces, te verás en ellas, así como me veo yo sonriente aun y queriéndote hasta la eternidad.

martes, 23 de marzo de 2010

EnTre PeloTaS


Entre PeloTas

Jugar al futbol no es sinónimo de masculinidad, o en todo caso no de heterosexualidad, Jorge lo sabe bien, o al menos cree saberlo, desde niño hizo gala de habilidad en el manejo de la pelota, jugaba muy bien al futbol, y desde que tiene uso de razón, estuvo siempre en los seleccionados escolares, en el club deportivo del barrio y hoy en un seleccionado más importante, que incluso le permite cierta comodidad y algunos viajes.

Pero el siempre adoró mas el momento intimo que se vivía después de un encuentro, esa fuga grupal a los camerinos, ese compartir de desnudez, esa húmeda incursión por duchas y pasadizos revestidos de hombres desnudos, cada cual más atractivo que el otro, al menos desde el mero punto de vista corporal.

Desde sus 13 o alrededor, el siempre disfruto de ese momento, le encantaba observar a sus compañeros de equipo, lo hacía cómodamente, terminaba el partido, acudían al vestidor y tras quitarse la ropa y vestirse de toalla, acudir a las duchas y sus riñas tontas de insinuaciones morbosas siempre en plan de juego, Jorge odiaba el cubrirse, se desnudaba y deambulaba así, contagiando a uno que otro compañero con esa vanidosa costumbre, él se sabía guapo, y proporcionado, así que no se limitaba, lo hizo desde sus 15 y hasta ahora que tiene 19. La comodidad se la daba su porte, no es alto, bordea el metro y setenta, pesa sesenta y seis kilos, usa el pelo rapado, posee un tórax de encantador ensanchamiento superior y cintura fina, pectorales delineados, abdomen plano, no es guapo de rostro pero sus facciones no son toscas, posee una vellosidad generosa, sobretodo en miembros inferiores y pelvis, sus muslos son su atractivo más marcado, prominentes y musculosos, rematando superiormente en unas nalgas generosas y endurecidas, al caminar desnudo, su pene se mueve cual péndulo sobre sus ingles, dejando ver un saco escrotal con generoso contenido, luce muy bien desnudo y él lo sabe.

Desde que tiene uso del morbo, mira dos cosas en sus vecinos : los pies, y los genitales. Le encantan los pies delgados, de escaso vello, de dedos largos, de uñas cortas y de borde redondeado, de falanges distales dilatadas, que impresionen suaves y algo palidecidos, si el evaluado pasa la prueba del pie, entonces, y sin descaro, eleva la vista a la entrepierna, ahí no es tan exigente, aunque descarta a los de tamaños insignificantes, solo disfruta viendo y mostrando, le encanta que lo miren y hace algunos ademanes que suelen atraer la mirada del resto, siempre con el cuidado de no denotarse “amanerado”.

No es gay, o no lo ha experimentado aún, ha tenido varias novias, y pese a su edad, aun es casto, ha pasado de los besos a tocamientos, pero nunca ha sentido una erección plena que lo lleve sin temor a insinuar el siguiente paso, con ellos ni la idea, aunque ahora duda.

Dos semanas atrás, tras un entrenamiento, terminó en la ducha solo con uno de sus instructores, un preparador físico, joven, y de lindas formas, tras la rutina de la desnudada y los paseos, ambos ingresaron a la ducha, Jorge, tomó un baño como siempre, mirando fijamente a quien había pasado largamente la prueba de los pies, el instructor, indiferente a las miradas de Jorge, se ducho y mientras lo hacía consiguió una erección que lo llevo a masturbarse, Jorge solo observó, sin percatarse que en ese momento crítico, el sufría una erección que insinuaba incluso algún fluido por ese glande.

Hoy hablamos por chat, por teléfono, sus dudas, van más allá de la identidad, él ha descubierto que se excita pensando en ellos, que sus mejores masturbadas son aquellas que se inspiran en tanto compañero desnudo cercano a él, ha empezado a cubrirse camino a la ducha, tiene que disimular sus prominencias, se sabe distinto, se cree gay, está preocupado, hablamos mucho, aun no logro calmarlo, aun tiene que conocerse, aunque es difícil entender a alguien ya grande, con costumbres e ideas prefijadas, con aparentes planes y sin temores, conocerse gay, a estas alturas, es un reto, y requiere de un trabajo especial, espero que la disciplina y el dominio que brinda el ser deportista, sea un aliado para conocerse como una persona distinta, tanto o más interesante de cómo en realidad se creía que era.

domingo, 21 de marzo de 2010

DemasiaDo PasaDo


Demasiado pasado..

No sé si les ha pasado, o en todo caso, si fuese posible tan solo, pero para Raúl, fu cierto y se aferra a no desprenderse de lo que ya fue un capitulo concluido en su vida, tiene 32 años y escribe muy bien, me envió lo siguiente:

…”Lo sentí cerca mí, no sé si fue su aroma o el aura que irradiaba pese a la distancia, no lo veía en años, pero intuía que era él, hasta que oí su voz y estuve seguro, compartí con él mi vida, bueno los mejores 6 años de ella, y aun lo extraño, el sentir su voz tan cerca, reanimó sentimientos que creí desaparecidos, su timbre claro saludando a un amigo, me hizo retroceder el tiempo y percibir su aliento a fruta, imaginar sus labios moviéndose lentamente mientras construyen palabras, esos labios gruesos y rojizos, perfectos, abriéndose y cerrándose rítmicamente, como cuando me decía que me amaba, como cuando me besaba, cómo una palabra puede evocar tantas emociones, algunas veces solo bastaba su voz y yo era feliz, él cogía la guitarra, y cantaba, algunas cosas propias otras que nos vinculaban, o hacían recordar momentos especiales, yo cerraba mis ojos y seguía sus letras en mi mente, imaginando el momento que había pasado tras esa tonada, o generando el recuerdo de uno nuevo, para hacerlo parte de nuestra historia. Su voz, a veces ruda como cuando reclamaba algo, otras dulce cuando mimaba, susurrante cuando exploraba mi sueño, agitada cuando hacíamos el amor, o contradictoriamente silenciosa cuando me oía, amaba esa voz, y aun me aferro a él, por intermedio de ella, sus canciones suenan en la radio, el mensaje de su contestadora, al cual recurro cuando requiero torturarme, o la llamada en blanco a un celular al cual yo no le hablo, solo me basta oírlo y creo estar con él nuevamente. Hoy coincidentemente, lo escuché tras de mí, y estuve seguro que era él… apresuré la marcha sin siquiera voltear, yo sonreía, me basta con haberlo oído, fui feliz años y aun persisto en esa dicha con tan solo ese detalle y su demás ausencia….”

domingo, 14 de marzo de 2010

De PeneS Y Demás ChisMes


De penes y demás chismes..

Alejandro llamó muy temprano a Jesús, su mejor amigo y confidente, era domingo y había que reportar los detalles de la noche previa – Fíjate que este Miguel me hizo la de Judas- le comentó al teléfono, - salimos de la disco y de frente a su cuarto, nos desnudamos y cuando lo vi frente a mí, como que me eché para atrás, ¡era enorme!, y lo peor es que tenía una curvatura que la dirigía hacia la un costado, yo esas las conozco, nunca encuentran la verdadera ruta y duelen como no tienes idea.. así que del sexo oral no pasé… que tristeza porque el Miguel en realidad que me gusta – y es así de dramático , no habrá forma de acomodarse - interrogó Jesús - ni hablar, así de costadito podría ser, pero no me la voy a pasar así todo el tiempo - estás seguro? Mira que Miguel está muy guapo- si lo sé, es muy flaco, pero esa mirada , sus ojos grandes, y la nariz, por más pronunciada, le da un toque especial que lo hace sensual, tiene esas combinaciones peligrosas, delgadez y nariz prominente, tenía que ser aventajado pues - pero eso nunca había sido un impedimento para ti – Si, lo sé pero esa curvatura, no nene, imposible, creo que Miguel es historia, pero no sé, mira que tras la chupada que le di, fácil y me busca de nuevo ja ja já cuídate amigo, un beso hablamos, chau- chau.

Alejandro era poco discreto, siempre hablaba más de la cuenta sobre todo esos detalles que deberían solo importarle a él, Jesús lo entendía, se conocían desde el colegio y ahora ambos acudían a la misma universidad, andaban en sus 21 y eran los mejores amigos, habían conocido de todo, y todo se lo contaban, tenían ese morbo por saber cómo eran sus acompañantes ocasionales, sobretodo, como tenían la verga y los testículos, en esas rutas, había conocido de todo, tenían sus datos validados, un pene de menos de 8 centímetros, era considerado inútil, y francamente, eso es obvio, sabían que habían formas peculiares, les gustaban los rectos, ligeramente gruesos en la base, y con el glande (la cabeza) algo en punta, esos ingresaban maravillosamente, según palabras de Alejandro, los habían conocido gruesos, de cuerpos marcados por los vasos sanguíneos, de glandes anchos, otros afilados, de curvaturas hacia arriba (esos que miraban al cielo) y hacia abajo, esos eran incómodos, pero los peores eran los que se curvaban a un lado, esos eran imposibles.

Sobre las dimensiones, coincidían en que una talla perfecta estaba entre los 14 y los 17, por encima de esa talla había maniobras que resultaban muy dolorosas, por debajo de esas dimensiones, como que el placer que se asocia a ese dolorcito en la región posterior, desaparecía y ni qué decir de las caricias a la próstata.

Las habían visto de varios tonos, conocían lo mediano del criollo, la pequeñez del oriental, la grandeza del oscuro, lo impredecible del caucásico, sabían que el complemento tenía formas especiales de hacer la dupla, testículos pequeños, algunos grandes, colgando o suspendidos, en bolsas oscuras, otras no tanto, de pieles arrugadas o lisas, cubiertas de vello o carentes de él, de suavidad extrema o de sutil aspereza, ambos sabían que no había nada más sensual que ver a un hombre de pie, relajado, con el glande del pene descubierto, descansando sobre un saco escrotal conteniendo dos testículos colgando en una bolsa recubierta de piel fina ligeramente pilosa, en perfecta proporción, lamentablemente, no siempre se conseguía esa imagen, habían penes grandes con testículos insignificantes y lo contrario, y mil variaciones de color textura y pilosidad.
Alejandro los prefería morenos, Jesús era más abierto a conocer y a descubrir. Yo me reservo mis preferencias, pero si confieso, que no he dejado de observar y mesurar, que el morbo nace por ese sentido silencioso que es el ver, y que efectivamente hay cosas que resultan más atractivas que otras, mientras lo que sea visto impresione favorablemente a mis sentidos, para mí eso será considerado arte, y valgan verdades, varios, al verse desnudos frente a uno, constituyen un trabajo merecedor de ser considerado como tal tipo de obras.

lunes, 8 de marzo de 2010

HistoriA de uNa RevElacióN


Historia de una revelación

Mariana se mira al espejo y no puede dejar de notar en su rostro esa lágrima que emerge sin motivo aparente, pero existen razones más que suficientes para su tristeza, es 8 de marzo, cumpleaños de Mauro, su hijo, él único, hoy celebra sus 24 años, y no está a su lado, es ya también un año más que dejó la casa de sus padres para enfrentar su vida solo.

Cuando Mauro cumplió 22, celebró en demasía , los reproches al llegar a casa no se dejaron esperar, su padre lo abofeteó, no solo por aquella llegada en horas de la madrugada, sino también por los excesos de alcohol y ocio, que ese día se remarcaron, en todo caso no fue un día festivo, en aquel momento y con varios tragos encima, Mauro se sentó en la cocina y tambaleándose confesó en casa que era gay.

Mauro, se descubrió a los 18 años, un compañero universitario lo sedujo y él se dejó llevar sabiendo que lo que sentía por su amigo era parte de su identidad, nunca dudó de su opción, pero la mantuvo para él esos años, ese día entre tragos y reproches, no encontró mejor forma de vengarse o simplemente liberarse, que confesar en casa que era gay, que él único hijo de Mariana y Javier no tendría esposa, y que no habrían nietos en el futuro. Desde ese día su padre lo ignoró y su madre inició el suplicio que significa querer a un hijo distinto, que enfrentaría un mundo diferente, adverso y que probablemente sufriría mucho.

Tras la confesión, Mauro dejó la casa, alquiló una habitación en una zona tranquila, e inició una nueva vida, se ausentó del entorno familiar y se dedicó al trabajo en una farmacia y ha preocuparse por si mismo. Hoy Mariana sufre como cada día desde ese año, no ve mucho a su hijo, y lo extraña, recuerda que era él quien desde pequeño se acostaba cerca a ella en la cama mientras veías esas telenovelas mejicanas de sufrimientos extremos, que la acompañaba a las compras del mercado, que incluso aprendió a su lado cosas de cocina, y el manejo de la tecnología auxiliar para las labores domésticas, Mauro calmaba sus tristezas con su sola presencia, ella siempre lo supo, Mauro era diferente, prefería estar en casa a jugar pelota con los amigos, leía, escuchaba música, llevaba un diario, escribía versos, era tierno y sensible, las cosas simples le arrancaban lágrimas, pero era fuerte frente a aquello importante, ¿cómo estaría su niño?¿será feliz?.

La noticia de la Homosexualidad de Mauro, no sorprendió a Mariana, ella lo intuía, solo que se negaba a la posibilidad de que sea real, su dolor no fue por la opción de su hijo, sino por las dificultades que enfrentaría, pese a que su situación era la de un joven profesional y respetuoso de los usos convencionales, estaría condenado a la discriminación, al reproche, la burla, la soledad y la tristeza, al rechazo, incluso familiar, ella sufría por la sola idea de lo que sufriría su hijo.

Mauro celebraba su cumpleaños trabajando, pensando en casa, en tantas velas apagadas rodeado de gente, y en ella, la mujer que extraña, aquella que lo ama incondicionalmente, a quien le escribe en las noches contando todo lo que le pasa, y guardando esas misivas como un tesoro pendiente de mapa para ser encontrado, por quien reza, y a quien agradece el ser como es, un hombre bueno.

Mariana frente al espejo seca esa lágrima que recorrió su mejilla, respira profundo y suspira, sabe que su trabajo no fue vano, sabe a quien llevó en su vientre y a quien crió con esmero, está segura de que sus temores son solo ideas vagas, sabe que Mauro es el hijo que cualquier mujer quisiera tener, y está orgullosa. Mauro retoma el trabajo, sonríe y agradece en su corazón a aquella que sabe se encuentra orando por él.

……Para Todas las Marianas del Mundo…

jueves, 4 de marzo de 2010

DepriMidameNte BieN


Deprimidamente Bien

No todos los días son de dicha, hoy te vi mal, ni el porte, ni la sonrisa ajustada, podían disimular lo mal que luces, la luz es favorable, pero…. No entiendo, no dormiste bien, tu mirada exclama ayuda, tus parpados están oscurecidos, e inflamados, tus labios resecos, el pelo aún húmedo, no se acomoda, y si bien es cierto en ocasiones luce muy bien , así alborotado, esta no es una de ellas, los colores que has escogido no te ayudan, por qué si estas triste escoges el gris y el negro, porque si hay sol, y la estación es floral, no usas colores más intensos, porque delatar la tristeza, si es solo tuya, no debe contagiar al resto, hoy no es tu día. Estoy convencido de eso.

Obsérvate, hay cosas que se pueden arreglar, sonríe, reitera el baño y rasúrate, delinea tus patillas, coloca gel al pelo y alborótalo sin exigencia, humecta el rostro, ponte erguido, sigue sonriendo, muestra la blancura de tus dientes, cambia la camisa gris por una colorida, quizás cuadros o rayas, el pantalón en vez de ser tan negro, podría ser de un corte más informal, quizás en crema o beige, quítate los zapatos de hileras y ponte esos mocasines de suela tan plana, sonríe, correa ancha , hebilla gruesa, y esa fragancia a limón que ilumina el paso.

Cuanto más mal te sientas, es cuando mejor debes lucir, es por uno mismo, no por el resto, las cosas cambian, de modo simple, es solo un paso, la noche fue atroz, lo sé, casi no cerraste los ojos, y lloraste a mares, pero el sol está ahí nuevamente, y es justo hacerlo para él. Generar el cambio debe partir por la imagen, disfrazar el alma funciona, que él y todos lo sepan, solo fue una noche de dolor, nunca nada más.

Mírate, te ves mal, pero ya sabes que hacer, ese espejo no miente, manos a la obra.