Un cálido saludo
He tenido un año de mil quejas y demás lamentos, me he
encontrado con sinsabores y otros desencantos, pero por suerte esas cosas del
año, pasan al olvido cuando llegan estos momentos de festividad, reencuentro y amor sincero.
El reunirnos en casa de la familia, saborear majares de lo más
variados, abrazar con afecto a los nuestros y a los no tan nuestros, hacen que
la energía del mundo se oriente de una forma positiva, haciéndonos reflexionar
sobre lo malo, a volcarnos sobre lo bueno y a deseárselo al prójimo, lo
queramos o no.
A quienes tienen a alguien al lado, bien por ellos (bien por
mi), a quienes no.. Pues ya llegará.. de eso escribiremos en la siguiente
entrega, la idea es canalizar ese amor que se da con fuerza, esa entrega que es
la más pura, ese deseo que va más allá del nosotros mismos, en cosas que nos
hagan ver en el mundo las soluciones a sus problemas, y no más de los mismos
potenciados, que nos permitan ver la luz en vez de la tiniebla que la rodea,
que perciban el aroma cálido de la flor y no la pestilencia del fango, que nos
permitan dibujarnos una sonrisa en vez de la indiferencia, y que donde haya un ceño
fruncido, podamos recuperar la tersidad,
que el llanto se justifique en dicha o nostalgia y que las penas solo sean por
cosas que fueron… y que jamás serán de nuevo.
Un abrazo cálido, el más gay del mundo, para cada uno de los
que me quieren, a quienes quiero, a quienes me leen, a quienes algún día me
leerán.. a todos..
Feliz Navidad..
CarlosD
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