domingo, 3 de febrero de 2013

No hay primera sin varias más!


No hay primera sin varias mas!
Alejandro quedó tendido sobre la cama, su cuerpo brillaba bajo la iluminación que irradiaba el televisor encendido y sin sonido, sus ojos permanecían alertas, su respiración se mantenía agitada, sonreía a medias, Antony se levantó de la cama lentamente, necesitaba ir al baño, Alejandro lo observó al detalle, lo amaba.
A paso torpe logró salir de la cama y dirigirse a la puerta, estaba desnudo, la luz tenue era perfecta, hacían que sus formas redondas se potencien .. Alejandro lo miraba hipnotizado, sus más locos deseos hervían en ver, oler, sentir, y esa pasarela a media luz  lo encendía nuevamente, acaban de hacer el amor, pero una erección se proyectaba nuevamente en su entrepierna, Antony renegaba, Alejandró le pidió que camine lento, y entre risas, Antony reclamaba “en eso nada más piensas”, el morbo era total. Antony enlenteció el paso.
Era alto, pero no tanto, era grueso, sin ser gordo, sus formas redondas lo hacían muy atractivo, sus hombros, su espalda formada y esas nalgas saltonas que trastornaban  al novio, si eran novios y ya estaban varios meses juntos, la piel blanca cubierta de vellos generosamente, los risos del pelo brillaban, y su andar coqueto encendían a quien observaba desde la cama, habían llegado ansiosos de una cena con amigos, el vino había sazonado la jornada, se deseaban, tiraron la ropa en la sala y caminaron desnudos a la habitación, la jugada había sido muy rápida, los besos torpes, algo toscos, las manos habían recorrido los cuerpos con apretones exagerados, algunas marcas de mordiscos verían la luz al día siguiente, el juego concluyó con Antony tendido boca abajo y Alejandro sobre él haciéndole el amor mientras mordisqueaba su espalda, su cuello, sus orejas.
Suspiró muy fuerte y se tendió al finalizar, agitado. Y ahora observa a Antony caminar rumbo al baño, le gusta tanto, lo pone tanto, lo trastorna.
Antony sabe que es observado, Alejandro se lo advirtió, sabe que es lo que tiene y sabe cómo volver loco a su novio, no tardó mucho, retornó del baño sonriente, el reconoció esa mirada, apagó la tele, encendió esa lámpara de noche de luz tan tenue, pero constante, besó a Alejandro con fuerza y  recorrió con sus manos esa entrepierna proyectada generosamente, fuerte, como si de la primera jugada se tratase, se rieron, e iniciaron la partida, ahora calmos, juguetones era la primera vez que pasaban a un segundo round tras tan breve reparo, Alejandro estaba seguro de rendir, Antony lo retaba con la mirada, la jugada fue perfecta.
La noche había sido muy buena, Alejandro cierra los ojos, y en ese medio sueño, tiene a Antony caminando rumbo al baño, tambaleante, coqueto, perfecto, se toca y se sorprende, una erección generosa vuelve a proyectarse en esa entrepierna, gira y acaricia la cintura de Antony, quien sonríe para sus adentros. La noche aún no había concluido.

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