viernes, 24 de julio de 2009

La Historia Sigue...


Conociendo a Gabriel
II


Aparentemente todo va bien, la habilidad para el futbol parece ser útil a la hora de hacer amigos, Jano era siempre uno de los primeros escogidos para integrarse a los equipos que se formaban durante los recreos, aquellos encuentros que generaban sudor extremo y hacían que los uniformes escolares retornaran a casa más sucios que el día de gimnasia. La mama de Jano lo miraba de lejos, renegaba internamente, ya que ella sería la responsable de regresarle lo limpio al atuendo escolar, pero no intervenía, sabía que no podía hacerlo, al menos, no en el colegio.
El sábado (era un sábado de invierno a inicios de agosto para ser exacto), Gabriel le hizo a Jano una propuesta interesante, sería el cumpleaños de Gabriel, y como sucedía desde ya dos años antes, sus padres le darían una propina importante, para que sea éste quien escogiera y compre su presente, además para que celebre con los amigos que quiera y como quiera, ese día especial.
Gabriel, le propuso a Jano pasar el día juntos, salir temprano de compras, almorzar por ahí, y retornar a casa de Gabriel a ver películas o escuchar música, un día de amigos, de cómplices.. Solo ellos dos, Jano consultó con sus padres y ellos estuvieron de acuerdo, él era nuevo en el grupo, y les pareció una buena manera de integrarlo, así que no opusieron reparo , salvo que retorne a una hora adecuada a casa.
Llego el sábado, Jano se encontró con su amigo en la puerta del centro comercial y juntos caminaron por tiendas, viendo juguetes, zapatillas, ropa, algunos aparatos computarizados que reproducen videos, o música, en fin todo aquello que le puede atraer a un adolescente común, la última parada fue en una tienda de ropa, Gabriel sabía que ahí debería gastar su dinero, lo tenía planeado desde el inicio, pero era entretenido pasear con Jano, así que hizo larga la travesía por el centro comercial. Compró un jean, algo ajustado para la opinión de Jano, pero que lucía bien en Gabriel, unos polos de colores fuertes, una casaca y unas zapatillas de lona, Jano compartía la aventura y sentía una sana envidia, él aún usaba la ropa que mamá escogía y esa libertad le parecía genial, salieron a comer unas hamburguesas con queso y bebidas heladas, empezó a lloviznar y ambos emprendieron el retorno a casa de Gabriel.
Gabriel vivía en un edificio de departamentos, en el piso más alto, sus padres no estaban, cosa que era frecuente, y era día libre para la señora que se hacía cargo de las acciones domesticas, Gabriel corrió a su habitación y le dijo a Jano que lo siguiera, prendió el televisor y puso una película en el reproductor de DVD, susurro al oído de su amigo, “esta tarde la hacemos”, al iniciar el video, unas imágenes un poco subidas de tono daban cuenta que la película en cuestión era un clásico de adolescentes, una película pornográfica, algo antigua, de nombre tosco, y que sería la primera que vería Jano, quien inicialmente se sorprendió, pero luego fue cómplice del morbo de su amigo y se concentró en las escenas que transcurrían entrecortadas. Gabriel se quitó los zapatos y se recostó en la cama, le dijo a Jano que haga lo mismo, éste tuvo ciertos reparos pero finalmente accedió, Ambos se cubrieron con una manta, hacía frio realmente. Jano se dio cuenta de que la película no producía en él ninguna sensación especial, y que Gabriel prestaba más atención a las reacciones de Jano, que al mismo film, al cabo de unos minutos, la emoción inicial, se había pasado, y Jano se sentía un poco incomodo, le preguntó a su amigo si le agradaba la película y éste en tono de macho convencido, le respondió que estaba “Bravasa..” Jano solo asintió, Gabriel lo seguía mirando.
Al cabo de una hora, Gabriel detiene la película y le comenta a Jano que se hallaba un poco excitado, le pregunta si le pasaba lo mismo, Jano no sabe qué decir, en realidad se sentía extraño, pero no precisamente por la película, Gabriel coge la mano de su amigo y la coloca sobre sí y le dice: “ves como la tengo”, Jano duda, no sabe si retirar su mano, si resondrar a su amigo, si presionar y comprobar lo que afirmaba Gabriel, entre el tiempo que le tomo en reflexionar, esos segundos que pasaban, Gabriel había puesto su mano sobre Jano, y había notado que lo mismo e incluso con una mayor intensidad , le ocurría a él.
Se hizo tarde, Jano regresó a casa, su corazón latía rápido durante la marcha de retorno, qué había pasado? Qué había pasado con él, qué pasaría mañana… mil preguntas atravesaban su cabeza.. y se sentía más extraño que nunca. Gabriel tirado sobre su cama, bajaba su pantalón, cogía con la diestra su erección y se masturbaba agresivamente, cerraba sus ojos, y en su mente aparecía Jano, mirándolo, agarrándolo.. Gabriel no tenía dudas…

2 comentarios:

  1. mmmmm spero k la continuacion ste mejor redactada, con mas giros y detalles fisicos, rasgos, tono d voz, ecc d los personajs principales

    ResponderEliminar
  2. wauuuuuu amigo esta un poco calida tu redaccion pero es genial leerla sin el morbo asqueroso q le ponen los relatos eroticos a veces.

    ResponderEliminar