martes, 17 de agosto de 2010

JardiNeS CóMpliCes


Jardines cómplices

Esa noche Daniel sería la pareja de una de sus mejores amigas en la fiesta de celebración de sus 15 años, Daniel tiene 16 y conoce a Sofía desde la primaria, aceptó gustoso ser compañero de esa noche y entusiasmado preparó los detalles con antelación. El terno era azul oscuro y tenía el cuello corto y despuntado, se unía por medio de tres botones, el corte era entallado, atrás dos cortes verticales resaltaban las nalgas, el pantalón carecía de pliegues, estilizaban la figura de Daniel, la camisa blanca e impecable, y una corbata de seda, en tonos celestes y turquesas.

Esa tarde de fue de preparativos para ella y para él, corte de pelo, en realidad solo una emparejada. Rasurada (era la primera vez que lo hacía), aun en el baño se observaba desnudo frente al espejo, se sentía atractivo, era alto, delgado y con marcas en el abdomen, su rostro era fino y aun adolescente, los vellos empezaban a aflorar en piernas, axilas y pelvis, lucia sensual pese a su inmadurez, él se agradaba, iba a ser el rey de la noche, junto a Sofía, la quinceañera, su hermosa amiga.

Ya en la fiesta, se sintió intimidado, muchas fotos, mucha gente, cada quien más producido que el otro, y muchas miradas puestas en él, la rutina se desarrolló pronto, el baile, los saludos, y las miradas, una de las cuales no se le despegaba de sí, Manuel, el hermano de Sofía, no dejaba de contemplarlo, ya lo había notado distinto al saludarlo, le había apretado las manos con demasiado afecto, y lo había abrazado, le susurró con sarcasmo lo bien que se veía esa noche, y eso sonrojó a Daniel, pero no negaba que lo hizo sentir especial, pese a ser un halago masculino.

Manuel era mediano, casi de la taya de Daniel, tendría 21 años, cejas gruesas y labios llamativos, era muy guapo, y varias de las niñas de esa noche lo comentaban, jugaba rugby para el equipo de la universidad local, el pelo castaño de risos (esa noche peinados y sujetos con sutiles ganchos de pelo), un cuerpo trabajado en un terno perfectamente acomodado, negro y de corbata rosa, manos suaves y de dedos largos (de eso se percató Daniel tras saludarlo) y un aroma cítrico que conjugaba con su personalidad informal y carismática.

Daniel no se negaba a sí mismo, haberse sentido impresionado por el hermano de su amiga, pero aún no sabía exactamente qué es lo que le llamaba la atención ni por qué toda la noche fue perseguido por la mirada de Manuel.

En una visita al baño ambos coincidieron, Manuel le propuso unos tragos a Daniel, prácticamente lo retó a beber algo que no sea cerveza, Daniel valiente aceptó de esa botella de whisky de la que bebía Manuel, al cabo de un rato ambos se reían escandalosamente cerca al jardín de la casa.

Daniel ya no tenía franco dominio sobre sí mismo, ni se percataba de quienes los rodeaban , su mirada estaba concentrada en Manuel, lo veía atractivo, le gustaba, su voz lo hipnotizaba, sus ojos lo capturaban, sus manos lo dominaban, al cabo de un rato estaban escondidos tras un árbol, muy juntos, tanto que Manuel susurraba al oído de Daniel y le arrancaba risas, tras un descuido los labios de Manuel se sembraron en Daniel y éste no pudo negarse, para Daniel fue tierno, para Manuel apasionado, hubo correspondencia.

Daniel no pensaba, una erección se dibujaba en su entrepierna, las manos de Manuel lo recorrían por atrás, y Daniel no atinaba a sacarlas, en eso Manuel exploró la genitalidad del adolescente, lo sintió erecto, se excitó, delicadamente le desabotonó el saco, deslizó el cierre del pantalón y expuso un pene juvenil, rosado, aun no definido, pero erecto, y emanando cristalinas secreciones, miró a los costados y de agachó, en cuclillas saboreó el pene de su cómplice, arrancándole sutiles gemidos, lo hizo por escasos minutos, no permitió que Daniel terminara en su boca, lo notaba próximo y se detenía, lo tenía en sus manos, se puso de pie, lo beso tiernamente, lo hizo girar y así teniéndolo de espaldas a sí, desabotonó su pantalón y expuso su pene erecto, grueso, y afilado, oscuro y de marcadas venas, lo humedeció con su saliva y deslizó hacia abajo el pantalón de Daniel, no le dio tiempo a manifestar una negativa y se introdujo en esas nalgas saltonas, endurecidas, firmes, que protegían un orificio jamás profanado, tonificado, tentador, el grito de Daniel fue apagado por la palma de la mano de su cómplice, el jardín estaba desierto. Unas lagrimas se deslizaron por los ojos de Daniel, Manuel se movió rítmicamente, pero fue breve, Daniel sintió un fluido cálido en su interior, no supo si disfrutó, al menos la forma fue tosca, su sexualidad en duda, fue agredida, pero le gustó?, se preguntaba a sí mismo, Manuel se subió el cierre con premura, le dijo a Daniel que se vistiera, y lo dejó en medio del jardín, solo en sus pensamientos.

Daniel tenía un fuerte dolor de cabeza, a la mañana siguiente, no pudo ni sentarse con normalidad, quería recordar los detalles, como lucía Manuel, como lucía su pene, si era grande, si era suave, tenía imágenes entrecortadas, no era remordimiento, era la duda de haber o no disfrutado de lo ocurrido, de si tendría la oportunidad de repetirlo, quería besar a un hombre nuevamente, quería dedicarle el tiempo necesario a recorrer un cuerpo, quería penetrar, y definitivamente, deseaba más que todo, volver a ser penetrado.

4 comentarios:

  1. Ehhhh!!! Me he quedado atonito bro...
    Que delicia de relato, me ha sacado una erección en plena oficinaaaa, que bien ya extrañaba estas sensaciones, estos pensamientos, estas fantasias...

    Que cual personaje quisiera ser aun me pregunto, aunque creo que disfrutaria mucho uno de ambos jajaja
    Que buen relato en verdad!

    Saludos,
    Hado

    Pd. NO se si es coincidencia pero mis perfumes siempre son citricos y me describo de una personalidad parecida a Manuel, siiiii yo soy informal y carismatico. jajaja coincidencia o no, que crees??

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  2. Mi estimado.. me agrada la idea de arrancarte erecciones.. asi sea en la oficina.. jaja,
    Asi que de perfumes cítricos, informal y carismático, grata coincidencia.. me veo ahi.. tambien!! jaja acuerdate que ponemos mucho de nosotros en nuestros personajes.. saludos
    CarlosD

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  3. Hoy ha sido un dìa de mucha satisfacción, ya que me he encontrado con estos cuentos que me han sacado un rato de nostalgia y profunda alegría de saber que existen personas en el mundo con el poder de la palabra y escritura; donde con un simple y claro relato se me traslado al lugar de la inocencia perdida..... un abrazo

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  4. Martin muchas gracias por tu comentario, me compromete.. espero sigas mis proximas entregas
    CarlosD

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