jueves, 12 de agosto de 2010

Una Paja Hombre!!


Una Paja Hombre!

Carlos caminaba de un lado al otro en su departamento, recorría la sala, la cocina y la habitación, el espacio se le hacía pequeño, la ruta de más conocida, al paso acomodaba un cojín, o un adorno, prendía o apagaba luces, estaba ansioso.

Tenía mil cosas en la cabeza, cada una inconexa de la otra, se cruzaban además colores, sonidos, y otras percepciones pasadas, hoy recuerdos confusos, no organizados, estaba ansioso.

Encendió la radio, sonaba Fever de Madonna, escuchó brevemente, la apagó, luego frente al televisor, lo encendió y alcanzo a ver Tom Cruise, adolescente en paños menores, bailando en la sala de su casa, una película vieja, seguramente, pero esas piernas adolescentes despertaron en Carlos una ligera erección, A la mierda, se dijo, y metió dentro de su pantalón las manos y se encendió francamente.

Carlos tiene 26 años, trabaja en informática en una empresa de telecomunicaciones. Había salido de un turno de 24 horas, había dormido escasamente, no tenía sexo hacía más de un mes, andaba solo, se merecía esa paja. Corrió frente a la computadora, y la encendió.

Ya en otras ocasiones se había motivado en la red, conocía algunas páginas que mostraban extraños frente al web cam tocándose o haciéndose el amor públicamente, heterosexuales, homosexuales, transexuales, y de ambos géneros, siguió esa ruta conocida, y el panorama se mostraba atractivo, contactó con una trió de adolescentes colombianos que empezaba a desnudarse mientras se decían tosquedades.. Se conectó a esa imagen, la erección ya era manifiesta, sus manos, ambas empezaban el trabajo.

Decidió hacer bien las cosas, empezó por quitarse las zapatillas y calcetines, estaba en buzo, sentado frente al monitor, en una silla ejecutiva reclinable, se miraba los pies, le atraían, eran blancos, finos, de dedos largos, uñas perfectamente cortadas, escasa pilosidad, los rozaba uno al otro, toscamente, la erección se mantenía, sus manos pasaban por la zona, aun refugiadas bajo el buzo, luego se quitó el polo, lo tiro cerca, sus ojos se fijaban en el monitor, los colombianos ya andaban desnudos tocándose unos a otros, la mirada jugaba entre la pantalla y si mismo, tenía bueno brazos, gruesos y delineados, el pecho definido, el abdomen grueso, algo rollizo, pero lucía bien, las manos extendidas paseaban entre el ombligo y sus genitales, decidió quitarse todo, se sacó el pantalón y luego el bóxer, se vio desnudo frente a la computadora, en ese asiento tan cómodo, su cuerpo empezaba a brillar, el sudor se proyectaba, su diestra empuñaba el pene, grueso, enérgico, afilado y de base ancha, la otra mano jugaba con sus bolas, sutilmente las ingles, el periné, el ano, en desenfrenado juego, los colombianos empezaron un sexo oral acomodado para satisfacer a dos de los tres que se mostraban en pantalla, Carlos empezaba a coger el ritmo.

La paja tenía particular técnica, en ocasiones empuñaba totalmente, apretando el pene mientras lo friccionaba frenéticamente, en otras era solo un aro formado por el índice y el pulgar el que hacía el trabajo, Carlos sudaba, y se animaba a liberar gemidos sutiles, el monitor empezaba a mostrar penetraciones, la imagen era borrosa, ya que Carlos mantenía la mitad del tiempo, los ojos cerrados.

Humedeció sus manos con saliva, emitió francas dosis directamente hacía su pene, este empezaba a lubricar por sí mismo, la paja seguía, los gemidos eran a coro, la computadora y Carlos, alcanzó el ritmo sin retorno, en varias ocasiones, solo que se frenaba a tiempo. Por momentos se ponía en pie, en otros se reclinaba casi al horizontal sobre la silla, quería disfrutarlo, y así lo hacía, hasta que ya no pudo y así casi recostado, decidió terminar, enrumbó, concentrando la diestra, empuñando, una y otra vez, respiraba agitado, gemía, sintió venirse, y no paró, se dio ánimo guturalmente, se oía a sí mismo, gemir y respirar bruscamente, sintió la tibieza de sí mismo en la ruta a través de su pene, hasta que el fluido se exteriorizó con fuerza, Carlos dejó que siga su curso, no hubo acomodos, el chorro inicial le mojó el rostro y la ruta, la tetilla , empozándose en el ombligo, humedeció los vellos, y se acompañó de un suspiro generoso, y calma, Carlos relajó las piernas, extendió el cuello, y respiró lentamente, mientras sonreía.

Luego sus manos recorrieron su abdomen, expandieron su fluido, se empezaba a enfriar y a mostrarse más fluido, él solo jugaba, se sentía relajado, no había más ansiedad, la computadora mostraba aun una bizarra imagen, eran tres y dos de ellos se hallaban penetrados, no eran tan linos, se decía Carlos, pero habían sido más que suficientes para conciliar el relajo. Una ducha extensa de agua tibia, y a la cama solitaria de la habitación cercana, sus dominios, ahora su calma.




3 comentarios:

  1. uhhh CarlD que pajerooo que has sidoooo!!!!!!!

    jajajjajaj
    yo sabiaaa que esa soledad te tenia mallll
    jajajja
    fresco que en alguna ocasíón he tenido que hacer lo mismooo
    jkajajja
    besos, abrazos y demas
    Hado

    ResponderEliminar
  2. a todos nos ha pasado!!!
    un abrazo
    CarlosD

    ResponderEliminar
  3. jaja =mente me a gustado ami tabn me padado xdé

    ResponderEliminar