lunes, 3 de enero de 2011

Aun no conozco a tu madre....


Aun no conozco a tu madre…

Hay fechas complejas, o un poco difíciles de conciliar, entre la familia, los amigos, el trabajo, el amor, y uno mismo; encontrar los espacios para gastar el tiempo con calidad es cada vez más difícil, cada vez que el tiempo transcurre, y asumimos nuevos retos o responsabilidades, encontrar esos espacios se convierte en un reto, y cuando por fin se consiguen, uno tiene que intentar aprovecharlos al máximo.

Esta vez fue el mar, la familia y los amigos cercanos los que me permitieron tiempo para mí, la fecha fue compleja, el término del 2010, el inicio del 2011, debatiendo entre satisfacer el afecto de mamá, escuchar a mi padre en sus breves y significativos aportes, una novela en la que ando a paso lento, una sobrina infante que pone la casa de pies a cabeza, la ausencia de mi hermana pese a estar presente, la vecindad de un amor que aun no se convierte en tal, la compañía, complicidad y grata amistad de Julio y Renzo, pareja de amigos que fugaron conmigo a ese espacio en el que pretendía encontrarme.

Me convencí que los espacios propios, no existen en ausencia de todo el resto, que cada vez que abría mis ojos, me veía felizmente rodeado de familia, amigos y hasta casi el amor, que era parte de lo que se cultiva, sin querer, solo siendo sano, atento, responsable y uno mismo es que se logra escapar, y sin darse cuenta, de la soledad.

Las conversaciones giraron en todos los tonos, la conflictiva y romántica relación de Julio y Renzo, a éste último lo conocí recién, Julio es un gran amigo y de tiempo, era un clásico hombre de eventos limitados a breves lapsos, ausente de fe en la estabilidad entre dos de un mismo género, a quien en esta ocasión identifiqué enamorado, y con una evolución mental propia de la madurez que le ha brindado el paso de estos años, por su parte Renzo aun le reclama detalles, “ aun no conozco a su madre” me dice, entre risas, mirando a Julio, llevándose una gran copa de vino tinto a los labios, mientras aprovecha para oler su contenido de modo disimulado.

Al verlos a ambos construyendo su romance, me ratifico en que mi pasado es pasado, que la emoción de que el tiempo pase, va de la mano con alejar de uno, lo que dejó de ser nuestro, de aceptar que es posible reconciliarse con el amor, de ver a otra persona con el corazón y con el deseo de hacerlas una posibilidad más que una probabilidad simplemente.

Por la tarde Erick, entre coqueteos y frases sueltas, me comentaba que entre sus promesas para este año, había logrado convencerse de modo racional, de que necesita crearse espacios propios, de dejar de invadir el meollo del resto, de evitar el bullicio del ambiente, de permitirse transgredir solo en sus “cuevas”, en ese refugio del amante que no es su pareja, pero al que estima, y del que disfruta, apuesto a que se masturbará más, pero que andará mas sonriente, encontrándose consigo mismo, creo que lo necesita.

Finalmente, encontré a un amigo cómplice de hace algunos meses, lo invité a mi red, y aceptó prontamente, ver su sonrisa pese a los inconvenientes por los que ha pasado, me contagió de optimismo, creo que es un buen comienzo, entre el trabajo y algunos otros pendientes, me di el tiempo, necesitaba colgar estas líneas, creo que la inspiración tiene un tono diferente, menos ficción, menos morbo, un poco mas de mi, creo que es parte de la evolución, incluso de la evolución del blog.

1 comentario:

  1. Es epoca de renovación y buenos deseos, un espiritu de satisfacción y esperanza nos invade y tu post lo refleja muy bien.

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