Cuando el pasado nos arrastra…
Esa noche Ramiro estaba en tragos, le pasaba lo mismo cada vez que bebía, retornaba a casa con angustia mezclada con deseo, se obsesionaba con la idea de concretar algún encuentro, ser solamente sexual, llegar a su clímax y huir sonriente tras esa victoria, lo malo es que siempre recurría al mismo número telefónico, al mismo cómplice, al amante, al ex.
Ellos habían tenido una relación breve, creo que de 5 meses no pasó, Alex, que es como se llama su ex pareja tiene 24 años, dos menos que Ramiro, es estudiante de último año de medicina y un perfecto amante, según precisa Ramiro, quizás físicamente no sea perfecto, en realidad Alex es bajo de estatura, como de 1,65, está algo subido de peso, y posee las manos pequeñas--- se ríe mientras comenta esos detalles--- pero esa mirada intensa, sus ojos saltones, las cejas gruesas, la nariz ancha y los labios generosos, lo hacen muy atractivo, además es un artista en la cama, es el tipo pasivo mas varonil que he conocido--- me cuenta--- es tímido a la hora de la desnudez, pero permite las luces encendidas, y el jugar sobre la cama, es tierno pero apasionado, esas manos pequeñas y juguetonas saben recorrer con gran amplitud, a la par que sus pies suaves y cuidados disfrutan al rozar mis pantorrillas o mis muslos, mientras sus labios juegan con los míos hallándome sobre él.
Su boca sabe como respirar sobre mi nuca, como arrancarme gemidos sordos al ritmo de los suyos, y cuando baja, y llega a mi pecho, al ombligo, a las ingles, para entretenerse largamente en mi erección y en mis testículos, luciéndose con la magnificencia de un maestro.
A Ramiro le brillan los ojos al recordar, el juego es amplio ---me detalla-- suele solo recostarse boca abajo y mi lado, para permitirme verlo, sus nalgas saltonas se roban el paisaje, se curva suavemente, mientras mi mano recorre su espalda buscando sus nalgas, y al encontrarlas, las endurece y relaja intermitentemente permitiéndome acceder a su ingreso contraído y hurgarlo con la yema de mis dedos humedecida en su boca, mientras gime con soltura.
No sigo-- me dice--- porque te veo motivado, mis ojos deben brillar a la par de los suyos, solo me rio, y él hace lo mismo. Cuando hacemos el amor me lleva al cielo, no diré más, y carcajea, aun así, quiero dejar de llamarlo.
Ramiro no ha podido encontrar a alguien más, todos han sido comparados y desechados, Alex nunca le dice que no, así que sexualmente no la pasa mal, pero… acaso eso es todo?
Esta tarde, en realidad, fue mejor que no siga con la historia, no por mí, que la estaba disfrutando, sino por él, que debería girar la página, y seguir adelante, conocer a alguien más, que le permita más, que le brinde afecto aparte de solo placer, Ramiro se ha quedado estancado solo en esos detalles que considera perfectos, habiendo miles de cosas más y mejores (si solo de sexo se tratase), a veces el pasado nos juega esas pasadas, nos niega el acceder al futuro, a disfrutar de él, o crearlo nuevo y mejor y Alex es eso, pasado, espero que Ramiro lo comprenda.
Hoy es viernes, Juerga y alcohol, espero que Ramiro haya ampliado la agenda telefónica. O que Alex simplemente se decida a dejar de responder, yo estaré pendiente de la nueva historia, Ramiro no puede consigo mismo y siempre termina contándome los detalles.
A disfrutar del fin de semana….
Esa noche Ramiro estaba en tragos, le pasaba lo mismo cada vez que bebía, retornaba a casa con angustia mezclada con deseo, se obsesionaba con la idea de concretar algún encuentro, ser solamente sexual, llegar a su clímax y huir sonriente tras esa victoria, lo malo es que siempre recurría al mismo número telefónico, al mismo cómplice, al amante, al ex.
Ellos habían tenido una relación breve, creo que de 5 meses no pasó, Alex, que es como se llama su ex pareja tiene 24 años, dos menos que Ramiro, es estudiante de último año de medicina y un perfecto amante, según precisa Ramiro, quizás físicamente no sea perfecto, en realidad Alex es bajo de estatura, como de 1,65, está algo subido de peso, y posee las manos pequeñas--- se ríe mientras comenta esos detalles--- pero esa mirada intensa, sus ojos saltones, las cejas gruesas, la nariz ancha y los labios generosos, lo hacen muy atractivo, además es un artista en la cama, es el tipo pasivo mas varonil que he conocido--- me cuenta--- es tímido a la hora de la desnudez, pero permite las luces encendidas, y el jugar sobre la cama, es tierno pero apasionado, esas manos pequeñas y juguetonas saben recorrer con gran amplitud, a la par que sus pies suaves y cuidados disfrutan al rozar mis pantorrillas o mis muslos, mientras sus labios juegan con los míos hallándome sobre él.
Su boca sabe como respirar sobre mi nuca, como arrancarme gemidos sordos al ritmo de los suyos, y cuando baja, y llega a mi pecho, al ombligo, a las ingles, para entretenerse largamente en mi erección y en mis testículos, luciéndose con la magnificencia de un maestro.
A Ramiro le brillan los ojos al recordar, el juego es amplio ---me detalla-- suele solo recostarse boca abajo y mi lado, para permitirme verlo, sus nalgas saltonas se roban el paisaje, se curva suavemente, mientras mi mano recorre su espalda buscando sus nalgas, y al encontrarlas, las endurece y relaja intermitentemente permitiéndome acceder a su ingreso contraído y hurgarlo con la yema de mis dedos humedecida en su boca, mientras gime con soltura.
No sigo-- me dice--- porque te veo motivado, mis ojos deben brillar a la par de los suyos, solo me rio, y él hace lo mismo. Cuando hacemos el amor me lleva al cielo, no diré más, y carcajea, aun así, quiero dejar de llamarlo.
Ramiro no ha podido encontrar a alguien más, todos han sido comparados y desechados, Alex nunca le dice que no, así que sexualmente no la pasa mal, pero… acaso eso es todo?
Esta tarde, en realidad, fue mejor que no siga con la historia, no por mí, que la estaba disfrutando, sino por él, que debería girar la página, y seguir adelante, conocer a alguien más, que le permita más, que le brinde afecto aparte de solo placer, Ramiro se ha quedado estancado solo en esos detalles que considera perfectos, habiendo miles de cosas más y mejores (si solo de sexo se tratase), a veces el pasado nos juega esas pasadas, nos niega el acceder al futuro, a disfrutar de él, o crearlo nuevo y mejor y Alex es eso, pasado, espero que Ramiro lo comprenda.
Hoy es viernes, Juerga y alcohol, espero que Ramiro haya ampliado la agenda telefónica. O que Alex simplemente se decida a dejar de responder, yo estaré pendiente de la nueva historia, Ramiro no puede consigo mismo y siempre termina contándome los detalles.
A disfrutar del fin de semana….
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