lunes, 24 de enero de 2011

Vacaciones de Verano!


Vacaciones de Verano

Marco bajó del taxi tomando la mano de Carla , su esposa, llevaban poco más de un año de casados, cuando decidieron darse una escapada a un país de estos tropicalones, en los que la música de Vives los recibía, mientras alguna anfitriona coqueta les ofrecía un trago con un paraguas miniatura y colorido adornando el vaso.

Marco se casó con Carla en un momento en el que la calma de la madurez, lo aterrizaron con una chica perfecta, de esas con familia de libro, de belleza singular, y que al mismo tiempo lograba despertar en él, ese deseo sexual que solo disfrutó con algunos hombres en esas etapas experimentales que todos pasamos alrededor de los veintes, y que para Marco, se extendieron hasta iniciados sus treinta, ahora posee 36 y ella dulces 25.

El botones, de dulzón tono canela, cargó el equipaje rumbo a la habitación, los ojos de Marco revoloteaban por el conjunto de huéspedes, cada quien más lindo que otro, cada quien con atuendos playeros más sensuales, ellas también eran perfectas, pero ellos dominaban todos los paisajes.

El bar ofrecía una carta muy variada, pero el barman era el protagonista de dicho espacio, en su tono exageradamente bronceado, su metro ochentaitantos, rulos sobre el rostro mal anudados en una improvisada media cola, manos grandes y cuidadas, pecho amplio de escaso vello, siempre en short de lino blanco, ajustado, y zapatillas de lona, Marco lo observaba al detalle, alucinaba con su desnudez, y Luciano, que era como se llamaba este veinteañero, notó casi de inmediato la mirada insinuosa del huésped de barba y cabellera rapada.

La segunda noche las cosas se dieron de improviso, Carla se sintió indispuesta, esas cosas de chicas que llegan cada mes y que le complican la vida, sobretodo en un plan tan playero como el que pretendían. Marco bajó al bar algo enojado, se sentó en la barra y contemplo a Luciano con descaro, deberías cogerte mejor el pelo, que se te viene al rostro –le comentó—coger? Le dijo Luciano, es una palabra que tiene una connotación algo agresiva en estas zonas,--- claro debe ser algo sexual –replicó Marco--- si, tiene usted razón, va en ese tono—y en realidad—en ese tono—me hace falta ya desde hace varios día--- Marco le guiñó el ojo, y comentó—y para que perdemos el tiempo, Luciano lo miró sin temor, le dijo: pase por acá, y lo ingresó en la parte posterior de bar, una zona de depósito, que permitía la presencia de dos personas de pie, Luciano desabotonó rápidamente el pantalón de Marco, se puso de rodillas y empezó a recorrerle la ingle y los testículos, humedeciendo generosamente la zona, logró casi de inmediato una erección e intentó introducir el pene en su boca, los dientes le hicieron la pasada, Marco se incomodó, gimió de malestar, Luciano lo notó, se puso rápidamente de pie, y salió de tal despensa, hey-- esto tiene que ser diferente --- comentó Luciano, Ya veremos--- dijo Marco y cogió su trago para ir a una mesa frente al mar, Luciano no le quitó los ojos desde ese momento.

La sexta noche era la última, Marco retornaría al día siguiente, Luciano lo sabía, Carla salió de compras esa tarde, Luciano consiguió la llave de una suite libre, le envió un recado a Marco y éste acudió ansioso, no había estado con un tipo en años, Luciano era muy guapo y se sentía atraído, Carla estuvo intocable esos días, el deseo andaba reprimido. Una vez en la habitación, la desnudez llegó muy rápido, Marco contempló detenidamente el cuerpo de Luciano, sus perfectas redondeces y angulaciones, sus tonos canela matizados con el pálido de las áreas protegidas del sol por ropa, el escaso vello, esa barba ligeramente crecida, el pelo en el rostro, con esos rizos mal sujetados en una media cola, esos tatuajes coloridos, tribales y al mismo tiempo precisos en su pantorrilla y hombro derecho, las manos suaves tocándolo, el sudor fluyendo, las erecciones encontradas, los besos fluidos, mordiscos sutiles, lenguas juguetonas, Luciano no tardó en girar y tendido sobre la cama, ofrecer sus nalgas, redondeadas, suaves y endurecidas, Marco las contempló extasiado, las estrujó toscamente, las separó y observó a la luz del atardecer ese repliegue puntual que se escondía entre ellas, el aroma era dulzón, una mezcla del bloqueador solar con la sudoración juvenil propia del momento, la lengua de Marco se animó a explorar la zona, y tras los iniciales roces, el cuerpo de Luciano se estremeció con rudeza, el juego fue breve, los gemidos ahogados en la almohada, Marco calzó rápidamente un preservativo en su pene erecto a plenitud, y ávido de irrumpir en la zona ya preparada para en embate, tras un esfuerzo regular, Marco estuvo adentro, dale—alcanzó a susurrar Luciano, el momento parecía perfecto, el sol pintaba de naranja el horizonte, el vaivén fue breve, Luciano emitió un gemido gutural y mordió las sábanas, mientras emanaba una generosa dosis de semen sobre la cama, su espalda se extendió rápidamente mientras sus músculos perdieron la dureza, al instante quedó tendido sobre la cama, relajado, sonriente, extasiado.

Marco no pudo continuar con la jugada, Luciano lo evitó, se retiró torpemente, se vistió a medias, salió de la habitación, llevaba el traje de baño que escasamente disimulaba la erección que persistía, alcanzó a llegar a la piscina, se sumergió con rapidez, en su mente se dibujaba aún la escena, se cubrió con una toalla, y tomo la ruta a su habitación, en la marcha encontró a Carla, ella llegaba cargada de bultos, la jaloneó hacia el cuarto y una vez ahí, hacia la cama, la tumbó toscamente y la poseyó gimiendo como nunca antes lo había hecho con ella, ella se dejó llevar, le gustaba ese hombre que conocía esa tarde, él se gustaba también, se redescubría, la hacía suya, pensando en Luciano, la hizo suya una y otra vez, y en su mente Luciano mordía las sabanas y se relajaba extendiendo la espalda con generosidad, tal cual esa tarde y muchas más tardes que faltaron en esos años de calma de Marco.

Ambos retornan a casa, Carla feliz de ese último día de verano en el Caribe, Marco con una promesa silenciosa de retorno, pronto y solo.

lunes, 10 de enero de 2011

Feliz aniversario ps ! a ambos!!!

Un abrazo enorme... y los deseos cómplices de quien los estima.. y tiene la dicha de ser vuestro amigo.
hey, y el saludo que circuló el uno al otro.. me aceleró el alma, me dió esa sana envidia, que de sana tiene tan poco.
Así que lo comparto
Un abrazo a T y a M, en este su aniversario...

HúMedO!!!


Húmedo!

El calor es sofocante, nos ha obligado apagar las luces y abrir la ventana de palmo a palmo, no nos importa el vecino curioso, lleno de dudas respecto a nuestra convivencia, ni su hijo poco delicado, sacando la cabeza de tiempo en tiempo, sin disimular que nos mira extrañado, dos hombres uno al lado del otro, en una gran cama, en poca ropa.

La oscuridad solo se interrumpe por las imágenes juguetonas de las luces que emite el televisor encendido. Te observo atento, estás concentrado, esa película cantada, protagonizada por la Streep, al ritmo de Abba, sonríes para ti, en silencio, ya que me crees dormido.

Me detengo en tus pies, uno sobrepuesto al otro, muestran esos dedos coquetos de uñas limadas, perfectamente cortadas, ese segundo dedo, mas alto que el primero, sus roces juguetones me distraen por instantes, los tobillos huesudos, escasos de bello, tus piernas duras, ligeramente hirsutas, musculadas en el dorso, parecen resplandecer con el brillo tambaleante de la tele, para encontrarse con esos muslos carnosos y perfectamente contorneados, un brillo sutil los invade, un sudor fino que se esparce sobre ellos, el calor es sofocante, estás desnudo, veo la rizada pilosidad de tu pelvis, corta pero esparcida generosamente, como un campo de tréboles en que tu virilidad resalta relajada, como durmiente, alargada, con el glande ligeramente descubierto, destellante por instantes, ladeada, inmensamente provocativa, incluso así, en calma, tras ella, los gemelos redondeados discurren en su generoso saco, perdiéndose sutilmente entre ambos muslos.

Los bellos siguen sembrados hacia el ombligo, delinean un surco central, a cuyos lados los pliegues de tus abdominales hacen un campo fértil para cualquier caricia, tus pechos cuadrados, coronados sutilmente por esas delicadas prominencias que tantas veces he adorado morder.

Tu cuello, el mentón, no logro ver más allá, acuérdate que finjo estar dormido, pero pese a eso, una erección se proyecta sobre la sábana que me cubre, tu finges no darte cuenta, o francamente no lo notas, sigues el ritmo de varios danzarines sobre un muelle y en un mar azul, Pierce Brosnan entona un canto animoso, yo siento que estallo.

Abro los ojos, el sol me invade, las cortinas siguen abiertas, tu no existes, ya no mas a mi lado, una pegajosa fluidez invade mi entrepierna, me toco, y noto que he eyaculado generosamente, el televisor sigue encendido, Dancing Queen suena fuertemente, cierro los ojos, y te veo claramente, que bueno que aun perdures ahí…. Pese al tiempo y gratamente.

domingo, 9 de enero de 2011

El chico del pantalón traslúcido.


Puedo dar fe de su talento, he disfrutado de sus escritos en varias ocasiones, cartas inspiradas, siempre dirigidas con precisión, por lo que no han podido hacerse públicas, en esta ocasión, ha tenido la gentileza de preparar algo que está autorizado para ser publicado, y mi espacio se privilegia (mi falta de inspiración se lo agradece con creces).
De él he escrito antes, lo he usado como personaje, y me atreveré a agradecerle esta contribución con el nombre que siempre he usado para él, Que por cierto, le pertenece.. Gracias Erick, sigue escribiendo.. permíteme seguir leyéndote, y atrévete a compartirlo más seguido con el resto.



El chico del pantalón traslúcido.


Fue mas o menos asi, vino blanco, noche y viejas canciones. Como no pensar en Marx, que dice que los hechos de la historia suceden la primera vez como tragedia, y la segunda como comedia. Y se reía de mi. Pero como el odio al fin de cuentas se maneja, decidí regresar a su depa, pero estas vez menos puro y con mi tranquilidad varios grados bajo cero, casi con veneración, esa gratitud ruín y esa veneración odiosa, para mí, que le tienes a tu victimario cuando te indulta.

Saludable hasta las patas, hasta sus nikes, sin media debajo, y sin camisa bajo su sueter de hilo crudo Ralph, oliendo muy a Hermes, vestido muy Armani, y con una inquietud que se bamboleaba y hacía arder al sicario que aún habita en sus calzoncillos. Y un alcahueton foco ahorrador de su habitación, me abducia directito al sacrificio.

Uno desnudaba al otro con su mirada scaner, el otro le miraba el ombligo a la locura de estar nuevamente ahí sentado, cayendo en la cuenta que lejos de todo aquella pirotecnia de hombre que imagino, ahora todo, solo se reseteaba a la certeza de que la única diferencia inflaqueable entre su mundo y el mío, estaba solo en la apariencia, en la embrujante aurora boreal de su brillo externo. Y esto gracias a una arrechura compartida por ambos: los libros; la arrechura que yo había encubado en los tiempos que no lo vi, y que ahora era la única chaira con la que hacía trizas a ese hombre que yo creí un sueño, aquella noche que la luna se derramaba como una yema de huevo.

Los servidores de Internet informarán que la guerra santa aún continúa y que en los templos musulmanes la mierda sigue creciendo. Ni los judíos, ni los ku-kux-klan, ni los Opus Dei ni los sintoístas, ni los creacionistas ni los Ateos, nadie mas que tu perro sabrá que, hubieron días en que me deseaste con la fuerza del viento

Siempre que tu me dejes, regresare a ese depa, siempre que me lo permitas querré volver a ese mundo, tu mundo, donde tu eres el rey, a ese espacio microscópico del planeta donde los poemas ya no me deprimen tan fácilmente, a esa cueva donde me di cuenta que el amor no es todo lo que te dan, sino mas bien todo lo que te niegan.

lunes, 3 de enero de 2011

Aun no conozco a tu madre....


Aun no conozco a tu madre…

Hay fechas complejas, o un poco difíciles de conciliar, entre la familia, los amigos, el trabajo, el amor, y uno mismo; encontrar los espacios para gastar el tiempo con calidad es cada vez más difícil, cada vez que el tiempo transcurre, y asumimos nuevos retos o responsabilidades, encontrar esos espacios se convierte en un reto, y cuando por fin se consiguen, uno tiene que intentar aprovecharlos al máximo.

Esta vez fue el mar, la familia y los amigos cercanos los que me permitieron tiempo para mí, la fecha fue compleja, el término del 2010, el inicio del 2011, debatiendo entre satisfacer el afecto de mamá, escuchar a mi padre en sus breves y significativos aportes, una novela en la que ando a paso lento, una sobrina infante que pone la casa de pies a cabeza, la ausencia de mi hermana pese a estar presente, la vecindad de un amor que aun no se convierte en tal, la compañía, complicidad y grata amistad de Julio y Renzo, pareja de amigos que fugaron conmigo a ese espacio en el que pretendía encontrarme.

Me convencí que los espacios propios, no existen en ausencia de todo el resto, que cada vez que abría mis ojos, me veía felizmente rodeado de familia, amigos y hasta casi el amor, que era parte de lo que se cultiva, sin querer, solo siendo sano, atento, responsable y uno mismo es que se logra escapar, y sin darse cuenta, de la soledad.

Las conversaciones giraron en todos los tonos, la conflictiva y romántica relación de Julio y Renzo, a éste último lo conocí recién, Julio es un gran amigo y de tiempo, era un clásico hombre de eventos limitados a breves lapsos, ausente de fe en la estabilidad entre dos de un mismo género, a quien en esta ocasión identifiqué enamorado, y con una evolución mental propia de la madurez que le ha brindado el paso de estos años, por su parte Renzo aun le reclama detalles, “ aun no conozco a su madre” me dice, entre risas, mirando a Julio, llevándose una gran copa de vino tinto a los labios, mientras aprovecha para oler su contenido de modo disimulado.

Al verlos a ambos construyendo su romance, me ratifico en que mi pasado es pasado, que la emoción de que el tiempo pase, va de la mano con alejar de uno, lo que dejó de ser nuestro, de aceptar que es posible reconciliarse con el amor, de ver a otra persona con el corazón y con el deseo de hacerlas una posibilidad más que una probabilidad simplemente.

Por la tarde Erick, entre coqueteos y frases sueltas, me comentaba que entre sus promesas para este año, había logrado convencerse de modo racional, de que necesita crearse espacios propios, de dejar de invadir el meollo del resto, de evitar el bullicio del ambiente, de permitirse transgredir solo en sus “cuevas”, en ese refugio del amante que no es su pareja, pero al que estima, y del que disfruta, apuesto a que se masturbará más, pero que andará mas sonriente, encontrándose consigo mismo, creo que lo necesita.

Finalmente, encontré a un amigo cómplice de hace algunos meses, lo invité a mi red, y aceptó prontamente, ver su sonrisa pese a los inconvenientes por los que ha pasado, me contagió de optimismo, creo que es un buen comienzo, entre el trabajo y algunos otros pendientes, me di el tiempo, necesitaba colgar estas líneas, creo que la inspiración tiene un tono diferente, menos ficción, menos morbo, un poco mas de mi, creo que es parte de la evolución, incluso de la evolución del blog.