martes, 23 de febrero de 2010

SexO En Grupo!


Juego Grupal

Juan acudió a la consulta tras haberse contagiado con algunos parásitos genitales, tan comunes y al mismo tiempo tan extraños en una persona de su aparente actitud, es un adulto joven, tiene 24 años, profesional de la administración, y con pareja estable, bueno hasta ese momento en conflicto, por la razón obvia. Si bien es cierto el contagio, no es exclusivo del contacto sexual, ya que algún roce con ropa intima o de cama, contaminadas, podrían haber causado tal mal, la duda vinculada a la actividad sexual extraña (infidelidad para el caso)suele ser el reproche inicial, y la causa en más del 90% de los casos.

La conversación fue cómoda, inusual al tratarse de estos casos y tras el intercambio, saltaron preguntas y comentarios respecto a las actividades sexuales que involucran a mas de dos, el tema dio para rato, así que la conversación se extendió hasta avanzada la tarde. Juan me comentó que días atrás, un amigo lo convocó a formar parte de un trío, el nunca había experimentado dichas actividades, así que de curioso y morboso además aceptó sin muchos impedimentos, la cita se dio en un hotel de asquerosa apariencia (al asume en esa ropa de cama la causa de su mal), el no puso reparos debido a que los actores compensaban dicho detalle. Juan es de esos modernos que rara vez ha explorado su pasividad, los cómplices de esa tarde eran modernos, muy pasivos, así que tuvo que atender los requerimientos de ambos, sin estar seguro si los dos habían llegado a buen término una vez que él consiguió alcanzar su clímax. El asunto tras la faena, estaba en el cargo de conciencia, no solo por el acto de infidelidad, sino además por la vinculación extrema del sexo grupal, a un pecado más extremo que el ser homosexual simplemente. Un asunto de conciencia, más que de real trascendencia.

Creo que sexualmente, uno puede hacer lo que guste, incluso poniendo en riesgo la seguridad, es una decisión personal, ya de un modo racional, minimizar riesgos, sin apartarse de lo deseado, sería lo ideal, si la pareja consiente, o el grupo está de acuerdo y en disposición , porque no?.

Sobre lo fructífero del asunto, bueno habrán defensores y detractores del sexo grupal, quizás el sexo simultáneo tenga más aceptación, dos (o quizás mas) parejas en el mismo ambiente y teniendo relaciones al mismo tiempo, pero manteniendo la complementariedad en la exclusividad, sin cambios, enriquece el morbo y muestra cosas en la otra pareja que uno podría practicar también. Las cosas de a tres son complejas, siempre uno sale en menos, es disfuncional, o la plenitud no es pareja, siempre pierde el que termina en masturbación, salvo que su gusto máximo sea el ver y tocar simplemente. Las cosas en grupos mayores, son solo juegos, y muchas veces para públicos reducidos o algo enfermizos.

Muchas doctrinas religiosas encuentran en la vinculación de la pareja, en el éxtasis compartido, la única forma de comunión con el ser supremo, si bien es cierto la idea de pareja es la tradicional, desde el punto de vista gay , habría que defender, que las sensaciones de plenitud son las mismas, se ven las mismas estrellas, por lo tanto la relación de a dos, es la que debe primar en nuestro común comportamiento. La masturbación es plenamente funcional, pero el sexo gay, es el menos conflictivo de aquellos que involucran a más de uno, así que participar en grupos de a 2 es la mejor forma de encontrar placer, e incluso realización sexual.

Realmente estas son solo opiniones, Juan está seguro que para experimentos, basta una vez, sobre todo con este tipo de consecuencias, no solo las de salubridad, sino además las que han puesto en riesgo una relación de a dos, y de mucho tiempo compartido ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario