Junior y Pepe
Pese a que Junior es mayor por unas semanas, Pepe siempre salió en su defensa en esas riñas de barrio o en el colegio, cuando los bravucones o aquellos algo desencajados quisieron alterar la calma, usando como pretexto, la delicadez o excesiva educación de Junior, ambos son primos, Junior el hijo único de su tía divorciada, Pepe el menor de tres hermanos, que encontró en su primo al compañero de andanzas y al confidente de aquellos desatinos de un padre castigador, injusto y dominante.
Pasaron la infancia juntos, pero en la adolescencia mostraron intereses distintos, Junior se descubrió gay desde los 13, se sorprendía viendo a sus compañero correr tras la pelota durante el recreo, alucinándolos desnudos, imaginando como lucirían sus genitales ocultos tras esos pantalones cortos. Durante un campamento a la playa experimentó un encuentro torpe pero no por eso menos apasionado con un compañero de un una clase menor, ahí descubrió que odiaba ser penetrado, que su rol sería el de proveedor, y este fue su desempeño sexual durante los años siguientes. En la universidad en donde experimento relaciones algo más estables, amó y se sintió amado, sufrió mucho, se convenció que el amor, no distingue género, y que las cosas entre ellos, a veces son tan o más fuertes que las clásicas historias de amor novelescas, que el sexo ocupa un lugar temprano y preponderante en las relaciones, y que es útil no solo para consolidar una pareja, sino también para crear brechas entre los amantes, muchas veces irreconciliables. Pese a los desencantos, era feliz, no rendía cuentas y vivía plenamente.
Si bien es cierto los intereses de los primos eran distintos, siempre había espacio para compartir y para las confesiones, aunque pese al paso de los años, Junior obvió revelar su opción sexual, Pepe lo sospechaba, pero jamás se animó a preguntarlo abiertamente.
La vida de Pepe tenía sus misterios también. Cuando estaba en la universidad, en su primer año realmente, experimento un encuentro sexual gay, la noche de bienvenida a los ingresante, se embriagó torpemente, y en ese entusiasmo desinhibido, sedujo a un estudiante de último año, tan macho como él, y ambos terminaron la noche en un hotel de mala reputación, fornicando como desesperados, Pepe fue el pasivo de esa noche, y tras ese descubrimiento, se mantuvo en pseudodiscreción ofreciendo sus afectos en varias rutas sociales de la web, en una ciudad grande, las cosas parecen diluirse, pero esto no suele ser eterno.
Una tarde complicada, Junior se hallaba en casa con Manuel, un tipo de 25 años (la edad de junior en aquel momento), habían hecho el amor libremente, ocupado espacios ocurrentes, la oficina de mamá, el piso helado de la cocina, y finalmente la ducha, que en complicidad bañaba sus cuerpos jóvenes y brindaba ese halo de vapor que pretende ocultar lo que ocurre haciéndose cómplice de lo que cada caricia y gemido, Miriam, la madre de Junior regresa temprano a casa y descubre lo que era un secreto a voces, ambos se encontraban desnudos y tocándose, luego de haber concluido una faena digna del mejor argumento pornográfico.
La escena es inenarrable, Junior hablaba torpemente, desnudo, no existía excusa, ni pretexto, Miriam lloraba, Manuel se vestía torpemente, quería huir, no encontraba sus zapatos, Miriam seguía en la habitación, las cosas se hacían más difíciles, al cabo de algunas frases inconclusas, ella salió apresurada, no dijo más, se fue de casa, Junior observaba a Manuel, no sabía cómo enfrentarlo, si despedirlo o abrazarlo, cogió el teléfono y llamó a Pepe, lloraba y Pepe no entendía.
Junior necesitaba a su primo, a su hermano, le pidió a Manuel que lo llevase a su casa, Manuel accedió, cuando ambos llegaron a casa de Pepe, Manuel se encontraba preocupado, su rostro mostraba una expresión más trágica a la previa, no quiso entrar, cuando Pepe se apareció en la puerta, miró sorprendido a Manuel, no sabía cómo reaccionar, Junior lloraba, Pepe no entendía, Junior le dijo “ mamá me descubrió, ahora sabe que soy gay, ahora tu sabes que soy gay, no sé qué hacer” Pepe abrazó a su primo, fue un abrazo distinto, cálido, apretado, Manuel se mantuvo en silencio, Pape hablo al oído de su primo, “yo te entiendo, mejor que nadie, ya que comparto tu amor por ellos, y tu amigo Manuel lo sabe” Pepe no dijo más, Junior lo miró fijamente, ambos se mantuvieron en silencio, “los dejo para que hablen” susurró Manuel y se alejó, Manuel y Pepe habían sido amantes, pero esas aclaraciones estaban demás en ese momento.
Pepe abrazó nuevamente a junior, y ambos lloraron, luego se callaron y rieron fuerte y libremente, no se dijeron nada, pasaron la tarde abrazados, tumbados en la cama de Pepe, no necesitaban decirse mucho, aunque había mucho qué contar, tendrían una vida para hacerlo, esa tarde de descubrimientos y de confesiones se había transformado la amistad , a una nueva que trasciende al vínculo de la sangre, a la complicidad del deseo y el placer, que es más grande y pura, un amor distinto, el amor al amigo al gay, al incondicional y eterno, la vida hoy les da ese obsequio, Pepe y Junior son consientes de su suerte y le agradecen a la vida esa oportunidad de contar el uno con el otro.
Por siempre juntos, Junior y Pepe
(con afecto..para un amigo especial..)
Pese a que Junior es mayor por unas semanas, Pepe siempre salió en su defensa en esas riñas de barrio o en el colegio, cuando los bravucones o aquellos algo desencajados quisieron alterar la calma, usando como pretexto, la delicadez o excesiva educación de Junior, ambos son primos, Junior el hijo único de su tía divorciada, Pepe el menor de tres hermanos, que encontró en su primo al compañero de andanzas y al confidente de aquellos desatinos de un padre castigador, injusto y dominante.
Pasaron la infancia juntos, pero en la adolescencia mostraron intereses distintos, Junior se descubrió gay desde los 13, se sorprendía viendo a sus compañero correr tras la pelota durante el recreo, alucinándolos desnudos, imaginando como lucirían sus genitales ocultos tras esos pantalones cortos. Durante un campamento a la playa experimentó un encuentro torpe pero no por eso menos apasionado con un compañero de un una clase menor, ahí descubrió que odiaba ser penetrado, que su rol sería el de proveedor, y este fue su desempeño sexual durante los años siguientes. En la universidad en donde experimento relaciones algo más estables, amó y se sintió amado, sufrió mucho, se convenció que el amor, no distingue género, y que las cosas entre ellos, a veces son tan o más fuertes que las clásicas historias de amor novelescas, que el sexo ocupa un lugar temprano y preponderante en las relaciones, y que es útil no solo para consolidar una pareja, sino también para crear brechas entre los amantes, muchas veces irreconciliables. Pese a los desencantos, era feliz, no rendía cuentas y vivía plenamente.
Si bien es cierto los intereses de los primos eran distintos, siempre había espacio para compartir y para las confesiones, aunque pese al paso de los años, Junior obvió revelar su opción sexual, Pepe lo sospechaba, pero jamás se animó a preguntarlo abiertamente.
La vida de Pepe tenía sus misterios también. Cuando estaba en la universidad, en su primer año realmente, experimento un encuentro sexual gay, la noche de bienvenida a los ingresante, se embriagó torpemente, y en ese entusiasmo desinhibido, sedujo a un estudiante de último año, tan macho como él, y ambos terminaron la noche en un hotel de mala reputación, fornicando como desesperados, Pepe fue el pasivo de esa noche, y tras ese descubrimiento, se mantuvo en pseudodiscreción ofreciendo sus afectos en varias rutas sociales de la web, en una ciudad grande, las cosas parecen diluirse, pero esto no suele ser eterno.
Una tarde complicada, Junior se hallaba en casa con Manuel, un tipo de 25 años (la edad de junior en aquel momento), habían hecho el amor libremente, ocupado espacios ocurrentes, la oficina de mamá, el piso helado de la cocina, y finalmente la ducha, que en complicidad bañaba sus cuerpos jóvenes y brindaba ese halo de vapor que pretende ocultar lo que ocurre haciéndose cómplice de lo que cada caricia y gemido, Miriam, la madre de Junior regresa temprano a casa y descubre lo que era un secreto a voces, ambos se encontraban desnudos y tocándose, luego de haber concluido una faena digna del mejor argumento pornográfico.
La escena es inenarrable, Junior hablaba torpemente, desnudo, no existía excusa, ni pretexto, Miriam lloraba, Manuel se vestía torpemente, quería huir, no encontraba sus zapatos, Miriam seguía en la habitación, las cosas se hacían más difíciles, al cabo de algunas frases inconclusas, ella salió apresurada, no dijo más, se fue de casa, Junior observaba a Manuel, no sabía cómo enfrentarlo, si despedirlo o abrazarlo, cogió el teléfono y llamó a Pepe, lloraba y Pepe no entendía.
Junior necesitaba a su primo, a su hermano, le pidió a Manuel que lo llevase a su casa, Manuel accedió, cuando ambos llegaron a casa de Pepe, Manuel se encontraba preocupado, su rostro mostraba una expresión más trágica a la previa, no quiso entrar, cuando Pepe se apareció en la puerta, miró sorprendido a Manuel, no sabía cómo reaccionar, Junior lloraba, Pepe no entendía, Junior le dijo “ mamá me descubrió, ahora sabe que soy gay, ahora tu sabes que soy gay, no sé qué hacer” Pepe abrazó a su primo, fue un abrazo distinto, cálido, apretado, Manuel se mantuvo en silencio, Pape hablo al oído de su primo, “yo te entiendo, mejor que nadie, ya que comparto tu amor por ellos, y tu amigo Manuel lo sabe” Pepe no dijo más, Junior lo miró fijamente, ambos se mantuvieron en silencio, “los dejo para que hablen” susurró Manuel y se alejó, Manuel y Pepe habían sido amantes, pero esas aclaraciones estaban demás en ese momento.
Pepe abrazó nuevamente a junior, y ambos lloraron, luego se callaron y rieron fuerte y libremente, no se dijeron nada, pasaron la tarde abrazados, tumbados en la cama de Pepe, no necesitaban decirse mucho, aunque había mucho qué contar, tendrían una vida para hacerlo, esa tarde de descubrimientos y de confesiones se había transformado la amistad , a una nueva que trasciende al vínculo de la sangre, a la complicidad del deseo y el placer, que es más grande y pura, un amor distinto, el amor al amigo al gay, al incondicional y eterno, la vida hoy les da ese obsequio, Pepe y Junior son consientes de su suerte y le agradecen a la vida esa oportunidad de contar el uno con el otro.
Por siempre juntos, Junior y Pepe
(con afecto..para un amigo especial..)