jueves, 22 de julio de 2010

Sexo a Pedido


Sexo a pedido

Raúl sudaba, andaba nervioso, el Gato estaba por venir, llegaría a la habitación rentada en un hotel algo alejado de la ciudad, tenía una caja de preservativos y un tubo de lubricante en la mesa de noche, y eso le bastaba, el Gato era un sexo servidor, lo había contactado gracias a un amigo, él le paso su espacio web, y le aclaró que crea lo mitad de lo que lea y solo la mitad mitad de lo que vea, ya las fotos estaban retocadas, pero precisó que el servicio una vez concretado, era perfecto, sobre todo cuando uno anda ansioso por la abstinencia.

Raúl no estaba con nadie desde hacía 6 meses, época en la que terminó con su última pareja, que por cierto no era nada bueno en la cama, pero al menos, lo mantenía vigente.

Sonó el teléfono, y le informaron que lo buscaban en recepción, Raúl dispuso que permitieran a su visitante subir a la habitación, el recepcionista vaciló un instante y finalmente accedió.
Al abrir la puerta, el Gato lucía sonriente, tenía unos ojos verdes que impresionaban, de ahí su apelativo, pero era bajo de estatura, medía alrededor de 1,70 m, era exageradamente musculoso, usaba el pelo muy corto, tenía algunas secuelas de acné en el rostro, pero en contraparte, estaba delicadamente rasurado, olía cítrico, y su pelo cuidado y engelado.

Raúl lo miró detenidamente, hasta que el Gato preguntó si podría pasar, Raúl accedió torpemente, Gato lo tomó de la mano y le pidió que no tenga temor, que solo pasaría aquello que se permitiesen.

Raúl tiene 32 años, es delgado, alto y muy atractivo, solo que andaba alejado del talento social, no hallaba cómplice, su intención era solo sexual, y la recomendación de su amigo le pareció suficiente, llamó y concretó la cita, ahora que veía a Gato, no sabía si continuar o despedirlo, Gato notó la duda, y tomó la iniciativa, le preguntó cómo estaba, hacía cuánto que andaba solo, y cosas simples, Raúl seguía pensando…

Entre esa charla intrascendente, Raúl le pidió que se callase, que se comportase como el activo que necesitaba, y que se desvistiera, el Gato accedió, y lo hizo raudamente, Raúl dejó de lado los detalles de las prendas que se retiraba, se concentró en su desnudez, en la impresionante imagen del pene flácido pero inmens, de prepucio ligeramente retraído, reposando sobre unos testículos colgantes trasluciendo suavidad y delicadeza, escaso vello, nalgas duras y atrevidas, Raúl se desvistió temeroso. Gato se acercó a su ocasional cliente, lo tumbó sobre la cama y se deslizó a su entrepierna, lamió sus genitales aun relajados y lo giró colocándolo con la boca hacia abajo, lamio sus hombros y descendió nuevamente, recorrió la espalda con sus manos suaves, se detuvo en las nalgas, las separó lentamente observó con detalle esa apertura contraída, rojiza, escasa de vello, brillosa, humedeció sus dedos y rosó la zona, Raúl gimió sin pensarlo, se estremecía, con cada caricia que estaba sintiendo desde que ambos se desnudaron, Gato se acercó lentamente, olió la zona, con deseo, husmeó, y una vez ubicado utilizó su lengua para saborear esos pliegues, se detuvo en el ingreso, sintiendo como éste se contraía y dilataba periódicamente, el jugueteo pedía ingresar y en momentos se negaba, el juego se continuo por algunos minutos, al cabo de un rato, el Gato tenía a Raúl de pie delante de él y de espaldas, recorría desde atrás sus regiones anteriores, se detuvo en su pene, que andaba en franca erección, el pene de Raúl no podía competir con el de Gato, pero andaba pleno y atrevido, gato había dejado humedecida la zona y los jugueteos permitían que su pene se deslice ingresando suavemente, Raúl temblaba, los labios de gato mordían los hombros, lo lamían, se acercaban a sus oídos y respiraban bruscamente, Raúl gemía, al cabo de un instante, Raúl estaba quebrado, recibiendo el pene erecto e imponente en su ingreso ya listo y dilatado, no se percató, pero Gato ya andaba protegido, a partir de ese momento, se sincronizó el gemido y las posiciones fluyeron, así de tras 90 grados, se tumbaron en la cama, juguetearon frente a frente, se besaron torpemente, ambos andaban ansiosos, el gato recorrió las piernas de Raúl elevándolas hacia sus hombros, y en esa posición ingresó nuevamente, la cara de Raúl irradió un feliz dolor, con las piernas en sus hombros, con ambas sobre un solo hombro, de costado y finalmente boca abajo, Raúl no pensaba, tenía la mente en rosa, y disfrutaba, empezó a sentir, en varias ocasiones, como se acercaba su orgasmo, hasta que gato acomodó su ritmo e inició la acelerada, sabía que se acercaba el final, andaba totalmente sudado y eso hacía que la piel rosara con mayor fluidez, gemía abiertamente, casi gritaba, hasta que la aceleración fue máxima paradetenerse bruscamente, él sintió el final de modo claro, tanto que eyaculó, nunca antes le había pasado siendo pasivo, pero terminó haciéndolo obvio, sonrió francamente.

El Gato fue delicado y se retiró con cuidado, tuvo detalles, lo acompañó en la cama unos instantes, no dejó rastros, eliminó con cautela el preservativo y el lubricante, se vistió lento mientras habló trivialidades, Raúl no entendía lo que decía, no quería entender, andaba absorto en su recuerdo del instante previo, aun desnudo y tirado en la cama, Gato se acercó delicadamente, cogió el sobre de la mesa de noche y le dio un beso en la mejilla, me encantó le dijo, aunque Raúl sabía que era mentira, o no lo sabía, y dejó la habitación.

Fue más que suficiente, esa tarde Raúl durmió como nunca, al día siguiente anduvo sonriente y trabajo mejor que nunca, estuvo tentado a llamar nuevamente al Gato, pero entendió que sería mejor manejarlo con la mesura que permita un franco disfrute. La agenda del Gato es muy compleja, pero desde ahora incluye periódicamente a Raúl, ha aprendido a atenderlo en ocasiones sin retribución, ya que es su estrategia de mantenerlo enganchado, total es su negocio, y Raúl lo entiende y anda feliz con lo que ha conseguido con esta transacción.

4 comentarios:

  1. Hello! Quien es ese gato?? jajajja
    Me erecto bro como haces eso?? jajaja
    Que historia en verdd, solo que pena tener que pagar x sex, es lo unico q no comparto... aun jajajjaja


    Buenaso bro, buenaso jajajaj

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  2. el frio te hace fluir las letras del erotismo, bro, un buen relato, mas la experiencia no la comparto del todo, en todo caso esta muy horny!

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  3. es un cuento ps.. eso de pagar.. es una vaina..jaja si se puede seducir..
    insisto.. mero campo de la ficcion
    Saludos

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  4. Me encantó el relato, me puse en el luger de Raul y disfruté también la cojida de gato

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