lunes, 7 de diciembre de 2009

VIII. Detonante


VIII
Detonante


Esto no estaba planeado, solo ocurrió y se inició el fin, el principio del fin, en todo caso. Esta historia comenzó por su final, nunca lamenté, ni me quejé de Dios, ni me autocuestioné el por qué yo?, solo me enteré, lo entendí, me proyecté y decidí, no sé si esa practicidad sea sana, o si debí pensar en los cercanos a mí, aquellos que me quieren, o si en el fondo, es por ellos, que mis decisiones se hicieron radicales y definitivas. Yo adoro mis recuerdos, y no quería una vida corta y plagada de recuerdos tristes, la suerte estaba echada y solo era cosa de terminar el juego.


Esa mañana, amanecí con el típico malestar de una mala (o buena según sea el caso) noche de tragos, aquel malestar asociado un desagradable sabor bucal, dolor de cabeza, sensación nauseosa y ganas de soledad, en realidad, la noche previa había sido agitada, algo de alcohol, tabaco y fiesta, pero nunca había tenido una resaca tan marcada. Hice lo de costumbre, abundante líquido, algún analgésico, y descanso, la resaca nunca pasó, me acompañó tres días más, al punto de hacerse insoportable, ese tercer día empecé a sentirme mareado y por la ausencia de alimentos, y demás signos por la falta de energía, decidí visitar a un buen amigo, médico además.


Tras narrarle lo ocurrido indicó un par de ampollas y unas tabletas, líquidos y dieta, lo que cumplí al pié de la letra, y al cabo de unas horas, realmente me sentí mejor, desde ese día mesuré mis transgresiones digestivas y eliminé el tabaco y el alcohol, pese a eso perdí el apetito, cuchareaba y me llenaba pronto, así que aproveche la ocasión para ponerme en línea, al cabo de un mes bajé como 6 kilos, lo que me hacía lucir mejor, aunque un poco pálido y letárgico. Al siguiente mes, el descenso de peso se marcó, tuve que comprar nueva ropa, ya dos tallas menos, y mi facies me preocupaba, no irradiaba bienestar y eso no es bueno, visité a Marco, así se llama este amigo, y preocupado me indicó algunos análisis, una ecografía y una endoscopía, saliendo de ese procedimiento me hicieron una tomografía casi inmediata, todo lo realizaron amigos de él cada quien especialista en su campo, esa fue una tarde muy agitada. Tras esa minuciosa exploración, Marco y su colega gastroenterólogo, me citaron en su consulta para informarme lo encontrado, yo acudí puntual, preocupado y solo. Les había comentado a mis padres que me hallaba haciendo unos exámenes, pero con la tranquilidad, de que se trataba de un problema gástrico leve y que me sentía ya mejor con el tratamiento iniciado, ellos estaban tranquilos con esa información.


Esa tarde Marco, estaba sentado en el sillón de su consulta, lucia su chaqueta blanca, y sus lentes de montura colorida, su rostro era el más serio que jamás le había visto, me miró fijamente, y me dijo, “tas jodido, tenemos que iniciar una batalla que no nos da tiempo para planearla mucho”, yo no lo entendí muy bien, su amigo me cogió del hombro y me dijo, tienes un cáncer gástrico de estadío muy avanzado, solo tenemos quimioterapia, y algunas opciones alternativas, la cirugía es inútil, ya que hemos encontrado varias diseminaciones en hígado, hay que prepararse para lo que se viene. Su amigo soltó mi hombro y se retiró del consultorio.


Marco, me miró fijamente, lo conocía varios años, era el hermano mayor de uno de mis mejores amigos, nos hicimos muy cercanos desde que coincidimos en una discoteca gay de la zona más residencial de la ciudad, fuimos cómplices en el secreto, y ahora en este dolor extraño, que me hacía ver las cosas en blanco y negro, sin chance a grises, que humedecía mi ojos, pero no permitía el llanto, que me dolía por ellos, más que por mí mismo, Marco, me seguía mirando fijamente, sus ojos estaban rojos al borde de la explosión, creo que hasta su voz se entrecortaba, no te ofrezco ganar la guerra, pero al menos la haremos larga, te lo prometo, yo lo acerqué a mí, y lo abracé fuertemente, le susurré un gracias, en mi corazón y mi mente la decisión ya estaba tomada.

2 comentarios:

  1. Chispas..! eso fue muy fuerte...!amigo muchas beses nos dejamos llevar en un momento de libertad, por el libertinaje y creemos que somos fuertes, pero olvidamos nuestro cuerpo ya que apesar de todo creemos que estamos bien, pero cuando es otra la realidad,bueno ahora eres consiente de tu salud y adelante se pueden luchar muchas guerras y batallas y se que se puede lograr si sabemos querernos nosotros mismos. ED

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  2. hay momentos para todo, aunque (como para cualquier cosa), los extremos usualmente son fatales..
    saludos
    CarlosD

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