Las mil caras de Nano,
El chat te presenta cosas que a veces uno podría creer improbables de encontrar en un medio tan heterogéneo como una sala de conversación virtual. Uno no sabe qué tan ciertas pueden ser las cosas que ahí se narran, pero al menos proveen de mucho material para poder transcribirlas acá y hacerlas de conocimiento de aquellos que nos siguen.
El chat te presenta cosas que a veces uno podría creer improbables de encontrar en un medio tan heterogéneo como una sala de conversación virtual. Uno no sabe qué tan ciertas pueden ser las cosas que ahí se narran, pero al menos proveen de mucho material para poder transcribirlas acá y hacerlas de conocimiento de aquellos que nos siguen.
Nano es farmacéutico, tiene 31 años y es de Santiago, vive en Arica, la ciudad más al norte de chile, y llegó por trabajo hace 6 meses aproximadamente. Es un tipo agradable, de talla mediana, 1,75 m aproximadamente peso acorde, pelo marrón algo largo y alborotado, cuerpo muy bien trabajado, un tono de piel canela y unos ojos almendrados que complementan el paquete, es bisexual, según su propia descripción, pero su lado gay ha dominado su vida estos últimos años, dejó atrás una relación de más de 5 años, con el que fue el amor de su vida, y desde él, ha desordenado sus actos calculadamente. Ha conocido mucha gente, es fanático de las salas de chat, en donde se promociona, y no hay reparo en concluir las conversaciones en una sesión sexual con el interlocutor de turno, tiene el beneficio de la apariencia, luce como de 24 o quizás menos, y su buen porte hace imposible que el elegido se niegue a pasar la raya de cama, más aun cuando Nano vive solo, algo alejado, pero solo y muy cómodamente.
En la ruta de estos deslices ha conocido a mujeres también, claro, no en el chat, sino por cuestiones de trabajo o por algún tercero, su atractivo las hace acercarse, y él no niega haber recibido mil beneficios por parte de ellas, con tan solo la retribución de compañía, conversación, baile y la esperanza de que algo pueda suceder, aunque él tiene claro que sus intereses son otros y que esa línea de la amistad, no será trastocada con ellas.
Hace un par de meses, se cruzó en su camino Javier, odontólogo de 36 años, lo conoció en la clínica en la que ambos trabajan, su encuentro inicial fue serio, pero al cabo de unos días, Javier terminó en la cama de Nano, haciéndole el amor en el rol que Nano menos practicaba, Javier es activo, y esa noche Nano, volvió a ceder en razón a lo mucho que Javier podría ofrecerle en el marco de esa nueva amistad. Pero las cosas nunca son como se planean.
Javier es un tipo atractivo, lleva bien su edad y su vida, su perfil es de lo más discreto y pese a su juventud, está muy posicionado en la sociedad ariqueña, se rodea de gente muy selecta y pertenece a los círculos más exclusivos, Nano encontró el cómplice perfecto y en un primer momento Javier pensó en Nano con afecto y expectativa, pero el pasado de Nano lo condena.
Si bien es cierto Nano se mostró algo sincero con Javier, ocultó su lado libertino, lado que por cierto no dejó al empezar a salir con Javier, éste no es un niño y menos un tonto, cambió sus intenciones, y se limitó a encuentros casuales, secretos y solo sexuales, seguía deslumbrando a Nano con algún presente o muestra material de afecto, pero en su conciencia, lo hacía en retribución a los afectos sexuales de su amigo, ya no en la siembra de una nueva relación en potencia.
Nano ayer, en esa conversación extendida a la madrugada, confesaba que se había enamorado de Javier, que nadie lo trató con esa indiferencia que lo había vuelto loco, confesó que al inicio el indiferente era él, porque pensó que Javier estaría a su disposición, pero se dio con la sorpresa de que no era así, las arruiné, me cuenta, y en ese enredo termine mostrándome como era, o como me había comportado últimamente, interesado, jugando con los sentimientos de mis amigas y de amigos, y tontamente enamorado del tipo, que se dio cuenta de esos pecados. Lo he llamado por teléfono toda la tarde, ya que la noche previa habían discutido y Javier sutilmente le había hecho notar que lo conocía más de lo que el mismo Nano imaginaba y que no estaba para esos juegos, que evite insistir, que no había chance para algo mas, y Javier no le había respondido el teléfono, Nano no sabe qué hacer, está triste y extraña los brazos de Javier, pero reconoce que fue su culpa.
Ayer no supe que decirle, sentía un rechazo absoluto por Nano, y al mismo tiempo algo de pena, su valor por contarme la historia asumiendo su rol de malo fue sorprendente, pero uno recoge lo que siembra, y es lamentable que tengamos que darnos cuenta duramente de que estamos haciendo mal las cosas, aun así nunca es tarde para recomenzar, al menos si se tienen claras las cosas que deberán evitarse y aquellas que serán nuestro nuevo norte. Nano, no sé si Javier sea tu destino, en realidad, lo dudo, pero habrán otros, aquellos que puedan conocerte realmente, y a los que les puedas decir con confianza, que eras otro y que has cambiado, y que tus palabras, se correspondan con tus nuevos actos. Creo que no será fácil, y que demande algo de tiempo, pero si esto te ha servido de algo, espero que tomes la decisión del cambio,
Mucha Suerte.
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