sábado, 31 de diciembre de 2011

Cambios Optimistas


Cambios Optimistas
Y qué de nuevo para el 2012, la idea es hacer algunas propuestas personales que consigan hacer del año que viene un mejor año, por mi parte yo prometo:
-          Extrañarte menos, porque pretendo tenerte más tiempo conmigo
-          Leer, leer y leer, cuando mi mente fuga entre las letras, mi corazón late con más entusiasmo.
-          Reír frente al sol durante el verano, estornudar generosamente  frente a las flores de primavera, usar el otoño de pretexto para el relajo, y engordar durante el invierno.
-          Cantar en la ducha con más intensidad,  renegar menos cuando haga los quehaceres, comprar lo que necesito y exagerar en aquello que me dé placer.
-          Ver menos televisión, escuchar más música, visitar a los amigos y recibirlos en casa, renovando esa rutina con cada inicio del día.
-          Tratar a la gente con mas sonrisas, usar menos palabras para decir más cosas, caminar acompañado y ser yo, antes que ser aquel que ellos prefieran.
-          Mirar al resto como si estuviese al espejo, rescatar sus dones antes que sus defectos, encontrar lo bueno pese a que sea obvio lo malo, no responder si eso causará mas conflicto, seguir la conversación si eso convencerá al resto.
-          No olvidar a mis amigos.
-          Dar las gracias
-          Pedir perdón.
Asumo que el crecer te hace reflexivo, no niego que quiero viajar, comprarme un auto nuevo,  ascender en la oficina, y agregar unos ceros a mi cuenta bancaria, pero asumo que eso llega solo, que el cambio de año, no es la puerta por la que dichos cambios entran en la vida, así que mientras tanto a seguir con lo propuesto que ando seguro permitirá mil cosas mas aun siquiera deseadas.
Bienvenido 2012

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Osos y Rarezas!!

Osos y rarezas.
Javier es delgado, muy delgado, alto y de mirada triste,  está iniciando sus treintas, vive con Mauro, su novio, trabaja en una editorial, es responsable del arte. Conoció a Mauro, en una red social en la que se hacían pedidos extraños, el pedido de Javier, fue el querer encontrar un hombre de su edad, subido de peso y  recubierto de pelo.
Mauro está de viaje, trabaja como visitador médico de una línea pediátrica,  cuando contactó con Javier, supo que eso sería serio, él quería a alguien diferente, “extraño” puso en su solicitud, Y Javier ciertamente que lo era.
El primer encuentro fue sexual, ambos cambiaron teléfonos, se oyeron,  se agradaron, rieron mucho en esa primera llamada y abiertamente quedaron en encontrarse para tener sexo, claro,  si pasaban la premisa esa de la química, cosa que se dio de inmediato. La cita fue en una placita  cerca a muchos hotelitos de hora y media,  y tras un apretón de manos insinuoso, caminaron juntos a uno de esos albergues,  se registraron sin vergüenza y subieron a un cuarto lleno de espejos, sábanas rojas, y cerámico negro en el baño.
Javier se tendió en la cama con ropa, y le pidió a Mauro que se desvistiese lentamente, Mauro quiso besarlo y Javier rehuyó con delicadeza, Mauro lo tomó tranquilamente, ya verás se dijo, y se quitó las botas, tenía calcetines negros muy finos, luego desabotonó su camisa a cuadros quedando en jean, su abdomen dominaba el panorama, era alto, como de 1,80, usaba el pelo al ras con  patillas y barba , sus cejas gruesas enmarcaban unos ojos enormes y negros, la nariz recta y los labios finos, era guapo, el cuello corto y el pecho ancho, los pectorales recubiertos de grasa mamilar tensa, y sobe ésta una cubierta de vellos negros que se extendía hasta la espalda y sobre los hombros, su abdomen prominente, esférico, se proyectaba por sobre el pantalón, Javier lo miraba excitado.
Mauro desabotonó la enorme hebilla de su correa de vaquero  y la dejó caer junto con el pantalón,  un bóxer ancho de a cuadros, corto, cubría un pene erecto proyectado sobre éste. Luego retiró el bóxer, dejándose ver desnudo, solo con esas medias negras finas, era hermoso para Javier, sus nalgas enormes pero duras, sus piernas torneadas pero de un calibre exagerado, todo sazonado por esa pilosidad ensortijada que cubría cada rincón, cada pliegue, cual maleza en un campo abandonado y humedecido,  su pene se proyectaba erguido, era grueso en su base, pero afilado a la punta, el prepucio había sido retirado, y el glande se mostraba rojizo, brilloso,  desafiante, Mauro se tendió sobre la cama, y fue ahora Javier quien lo llenó de besos.
Hicieron el amor enloquecidamente, la gordura nunca fue sinónimo de torpeza, Javier no se desvistió, no mostró sus formas lánguidas y afiladas, solo desabotonó su pantalón y lo bajó sutilmente para que  su amante lo penetrara agitadamente, antes de que éste concluya, escapó sutilmente para girar a su oso y enfrentarse a sus nalgas con un pene enorme, muy largo como él mismo, de glande ensanchado, fuerte y recubierto de piel canela, lo penetró sin vacilación, ni la frondosidad pilosa del ingreso impidió la batalla que lidió ese guerrero ansioso;  la fricción fue violenta y el fin humedeció la espalda hirsuta de un Mauro extasiado.
Se reía para sí mismo, pero con energía, Javier preguntó qué pasaba, y Mauro solo atinó a decir, que le resultaba todo lo extraño con lo que él había soñado siempre. Son novios hace más de  un año, viven juntos, Javier se muestra desnudo cada vez que lo doméstico se lo permite, pero cuando hacen el amor, siempre le pide un tiempo a Mauro, para ponerse la ropa y corre a buscar en el cajón de la cómoda, un par de medias negras finas, que calza tiernamente en su novio, el oso.
Esta tarde lo espera ansioso, aun no se imagina como sorprenderá a Mauro, pero está seguro que lo hará, seguramente de lo que me sorprendí yo con este relato, que en esencia es la historia de un Mauro y su Javier, a quienes considero amigos virtuales desde hace más de un año, y con los que he coincido en esas redes de pedidos extraños, en la que alguna vez linkié este blog. Mi saludo para ellos.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Navidad, Sonrisas Nostálgicas

Navidad, Sonrisas nostálgicas
Es perfecto ser feliz por aquello que tenemos hoy, por quienes nos quieren y a quienes queremos, por todos aquellos a  quienes abrazaremos con un poco mas de fuerza que de costumbre, este 25, y por aquellos que pese a la distancia, encontrarán la forma de estar con nosotros esa noche. Pero también sonreiremos por aquellos que ya no están cerca,  por quienes partieron dejando su marca en nuestro corazón, imprimiendo esta sonrisa velada por un cristalino mar que inunda nuestros ojos,  vale la pena que esa sonrisa sea liberada así de sincera, que la conciencia no inhiba al corazón y nos permitan reír nostálgicamente por haber gozado de la dicha de haberlos conocido, yo reiré por varios, este año ha sido de partidas inesperadas, pero celebro tenerlos presente, reiré por Freddy, por José Luis y por Alfredo, escucharán mis latidos emocionados cuando este 25 mi navidad sea compartida con ellos.
Espero que las sonrisas nostálgicas sean un sentir común, es genial tener por quienes reír así,  nos hacen abrazar más fuerte a quienes aun nos acompañan, a reconocer su amor por nosotros y a brindarles sinceramente el nuestro, a tener razones para ser mejores personas, y a contagiar eso a todos los que nos rodean.
Un abrazo enorme a quienes aun leen este blog, una navidad familiar, cálida y reflexiva, y un año de mil éxitos que contagien y nos permitan la risa cotidiana que buscamos en la vida, la risa del ser felices.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Quejas y más quejas...

Quejas y más quejas
A lo largo del tiempo he leído varios de los correos que suelen enviar aquellos amigos que se han vinculado gracias al blog, muchos han sido de enorme utilidad como argumento franco, otros han sido de gran inspiración personal, algunos solo manifestaban desánimo y reclamos francos a lo que les tocaba vivir en determinado momento, eran quejas… hoy recapitulando .. Me he animado a soltarlas acá,  morbosamente o cómicamente, júzguenlas ustedes.
Carlos 19 años
“Odio que no me diga que me quiere, que me ama, solo me dice que quiere tirar conmigo, que lo arrecho, que le gustaría hacerme tal o cual cosa… no se qué pensar.. bueno, pese a eso estamos juntos ya más de un año.. y realmente.. lo quiero”
José Luis 35
“Van ya años, y aun no aprende a llamarme por mi nombre, me jode eso de amorcito, flaquito, bebe, a veces creo que se ha acostumbrado a usar esas denominaciones para evitar confundirse de nombre… “
Francisco 22
“No sé que tiene, le encanta que lo bese todo, que baje, que hurgue, que mi lengua se inserte en cada pliegue, y se agite intermitentemente tras él,  retoza cuando lo beso  ahí, sé que le gusta, no  hay activo que se resista a un beso negro, solo que acabada la maniobra, odia que lo bese… me jode.. Estamos a mil y son sus propios aromas… (Que por cierto nunca son desagradables, ya que no lo haría de ser así), me revienta que no acepte juntar sus labios a los mios..así que me planto y lo cuelgo.. Pero las ganas me vencen.. y termino cediendo y dejándome hacer el amor…”
Marco 32
“ Es demasiado tierno, muy cariñoso, odio eso cuando se trata de la cama, quiero que me pida cosas, pídeme que te  penetre, que te muerda, que te folle una y otra vez, coméntame qué te gusta, que otra  pose quieres, pídeme que  se repita así me veas a mi moribundo.. Dime que me deseas, y más aun que deseas que te haga el amor una y otra  vez… “
José 17
“Cuando huele a alcohol a cigarro a sudor, no lo aguanto, y siempre que me llama es así… parece que solo le sirvo de refugio sexual cuando toma valor por influencia de mil chelas, odio eso, ya no volverá a pasar..”
Miguel 30
“Aun no aprende,  que le cuesta usar colores más claros, a ponerse crema de manos, a afeitarse con mayor cuidado, a cambiar de aroma por uno más suave, a renovar sus gafas y a dejar de mascar chicle con la boca abierta, se me acaba la paciencia… un día de estos.. “
Gustavo 19
“ Una vez a la semana es muy poco, se lo pido y me pone mil pretextos, yo necesito que me tome en sus brazos y me haga mil cosas… todos los días, a cada nada, a caso no puede, no está viejo, o acaso tiene algo mas por ahí.. No creo.. Pero bueno.. Si no es con él, será con otro, total son necesidades ps..”
JuanJo 24
“Creo que me quiere mucho y “odio eso”, no es una competencia, no tiene que estar ahí diciéndome a cada nada lo que siente, lo que haría por mí, lo mucho que me quiere… yo lo quiero también, pero.. no sé si así tanto como él a mi..”

domingo, 11 de diciembre de 2011

Dos de a 15

Dos de a 15
De camino por una de esas pequeñas callecitas miraflorinas, buscando un lugar tranquilo donde comer y leer un poco, me detuve frente a un restaurante de comida italiana por el mero detalle de haber observado en una de sus mesas exteriores a dos jóvenes mirándose fijamente mientras comían  pasta.  Su sonrisa me  llamó la atención, ya que sin palabras de por medio, era robada por tan solo la compañía de él uno con él otro.
Entré y me ubiqué en una mesa interior con plena vista a los exteriores, a ellos exactamente, había dos vasos con coca cola, algo de pan al ajo, y un plato de lasagna y otro de canelones, ambos compartidos. En una silla de esa mesa había unos cuadernos amontonados y  una mochila. Tendrían 15 años, a ojo de médico, y lucían de esa edad. Ambos excesivamente delgados,  uno de ellos muy alto como de 1,80 un poco encorvado denotando que la musculatura de su espalda aun no ha sido reforzada para poder erguir su cuerpo y exponerlo  imponente por su talla y atractivo,  sus cabellos lacios sobre el rostro, las cejas gruesas y las pestañas largas y pobladas, sus manos blancas de dedos largos, hablaban al ritmo de su voz, expresando todo lo que las palabras querían decir durante la conversación.
El otro miraba atento, más bajo y corpulento, de pelos rubios y ensortijados, desordenados por el viento, pero así lucían perfectos, de facciones finas y gestos delicados, escuchaba atento, con las manos sobre sus muslos, como tratando de disimular alguna íntima emoción despertada por la charla, reían contagiosamente.
Me dediqué a observar, parecían contarse la vida, decían poco y arrancaban en risas, miraban de reojo para poder tocarse bajo la mesa, las manos de uno apretaban el pie del otro que mantenía la pierna cruzada, el afecto los sorprendió  en una mesa sin mantel, nadie miraba, solo yo.
Tras dejar la mesa vacía, ambos metieron sus manos al bolsillo, escarbaron  por monedas, contaron una y otra, hicieron el total calculado, llamaron a la niña que los atendía, pagaron, antes de ponerse de pie, el travieso acaricio el pie del otro, y exploró hasta media pierna, el otro se sonrojó y se incorporó rápidamente reprochándolo con la mirada, el otro solo reía y se ponía de pie al mismo tiempo, uno cogió los cuadernos y la mochila y el otro lo abrazó sobre los hombros mientras salían contentos de su cita sabatina, la cena, la bebida, la buena conversa y la compañía  deseada.
A sus quince,  eran ellos, en una lima que ha dejado de ser quejumbrosa, que se permite morbosamente estos deslices, que ya no son deslices sino vida, que ha crecido como lo ha hecho su gente, que no se reclama más que calma, y que proyecta paz para quienes antes hubieran sido castrados emocionalmente, por solamente ser ellos mismos compartiendo con otros iguales a ellos y distintos al resto.

martes, 29 de noviembre de 2011

Diciembre nostálgico

Diciembre nostálgico
A puertas de este mes de cierre, las cosas se aceleran en cada espacio en el que nos desenvolvamos, el trabajo espera la planificación del año que viene, las cuentas deben balancearse y cerrarse, el guardarropa debe cambiar de atuendos en base a la nueva estación, se deben enviar mil cartas y tarjetas, el facebook se atolondra,  y el tiempo nunca parece ser  suficiente y  llegar a casa, botar el saco, desanudar la corbata y entregarse a la cama, parecen la fuga habitual y necesaria cada vez que el sol se oculta y con él las ocupaciones formales del día.
Hoy pretendí que las cosas cumplan con esa línea, los lunes se extreman, pero me fue imposible, tenía otras responsabilidades, conmigo, con mi renovación del próximo año, o entierro del que se acaba, me había propuesto desenterrar algunos recuerdos para lucirlos y de esa forma franca, dejarlos de lado. La navidad tenía un espacio intocado en la despensa de casa, el árbol sus adornos y las luces, fueron siempre responsabilidad ajena,  pero yo disfrutaba mucho del trabajo que él lograba al cambiarle la cara a nuestra casa para fiestas, pero, por ausencias propias de los finales, hace mas de 4 años que mi hogar ese lucia el rostro festivo ya sea por  una flojera extrema o por evitar las nostalgia de esos momentos, la consigna este año, era el desentierro y el reinicio y así tenía que ser hoy y así fue.
No fue un trabajo tedioso, ni mucho menos triste, además, no fue solo mío. Fuimos de compras, creamos el espacio, desarmamos la despensa y armamos la navidad, sonreímos mucho, mientras la cocina olía  a café pasado y el perro tonteaba con su juguete de siempre, necesitaba esa complicidad, esa inyección de optimismo que últimamente hace que el cierre de mi año  proyecte uno nuevo con más energía y entusiasmo.
Hoy no me salieron líneas rosas, mi humanidad predominó sobre el fin de este blog, pero creo que los matices son sanos, por tal, vayan estas letras, para contagiarlos de ese entusiasmo por retomarse, por desenterrar el pasado para que les recuerde que fue lindo, como lindo es el presente, como más lindo se proyecta el futuro, para incidir en que sobre sus deseos y preferencias, ustedes mandan, y sobre eso, no hay pasiones que dominen vuestro entender.
Preparemos pues la fiesta de navidad y el fin de año, como el cierre de lo que fue (lindo) y el inicio de lo que será mejor (perfecto).
En esa ruta andamos.

viernes, 18 de noviembre de 2011

De esos Reencuentros


De esos reencuentros
Por más grandes que sean las ciudades, siempre hay lugares en los que todos coinciden. Juan llegó a una reunión de trabajo  y en una de esa vueltas al acecho de nuevas publicaciones, se cruzó con Beto,  era él, estaba seguro, no había vuelto a verlo desde hacía más de 15 años, pero el tiempo no podía borrar ese rostro que está marcado más allá que en la sola memoria.
Cuando se conocieron, Beto acababa el colegio y Juan la Universidad, todo empezó como algo casual, pero se hizo una relación estable, con todas esas cosas que uno espera encontrar en el otro,  duro como dos años, cuando cambiaron al padre de Beto de ciudad (vida de militar), y con él migró la familia, mantuvieron el contacto por breve tiempo, pero se perdieron el rastro. Al paso de más 15 años, hoy coinciden, y Juan no sabe cómo actuar.
Su primera idea fue escapar, se sentía extraño, ya no contaba con la belleza de aquellos veinte cinco años, hoy pasaba los 40, mientras que Beto, con 33 más o menos, lucia encantador, por más que intentó mezclarse entre el resto, las miradas coincidieron y dieron paso tiernas sonrisas y a la marcha para el reencuentro.
Un abrazo los unió con fuerza, como si se hubieran visto ayer y el día antes de ayer, ambos sonrieron francamente, y cruzaron frases de saludo, sorprendidos, emocionados, caminaron juntos, confesaron que andaban de ocio, en la marcha se contaron cosas breves el uno del otro, Beto vivía con Gustavo, su novio, en una ciudad al norte, ambos eran ingenieros, y tenían una empresa de construcción, les iba bien, Juan comentó que pese a ser abogado, nunca ejerció tal cual la profesión,  se dedicó a la empresa familiar, y eso le había permitido viajar mucho y no establecer una casa con alguien en ella. Sin darse cuenta se dirigían al hotel que albergaba a Juan. Beto confesó estar  solo en la ciudad también.
Al llegar, se miraron con picardía, te invitaría a subir comentó Juan, pero sabes que no soy tan atrevido, subiría con gusto si tan solo lo pidieras, susurró Beto, se apresuraron al ascensor, la chica de la recepción les dio la llave sin tiempo para preguntar por la identificación del acompañante. .
Ya en el ascensor, se miraron con deseo , Juan se acercó a Beto y lo besó, Beto no correspondió, pero tampoco retiró sus labios.
En la habitación, no hubieron palabras, la pasión los embargó por completo,  Beto se desnudó con rapidez, no dejó que Juan lo ayudara, como mandaba el protocolo del juego, quedó desnudo frente a un Juan sorprendido, con solo la correa afuera, miraba a su amante con detenimiento, cómo había cambiado, estaba hermoso, los años habían hecho el mejor trabajo del mundo,  mantenía esa talla alta, pero ya no la delgadez de la adolescencia, sus formas eran redondeadas, los risos del pelo cortados cuidadosamente, las cejas gruesas libradas de esa unión central entre ambas, sus ojos enormes con esas pestañas risadas, los labios rojos y gruesos, los hombros, los brazos, el pecho, todo tallado por un artista experimentado, su pilosidad recortada con cuidado, su pene erecto, proyectado  arriba, latente, sus testículos colgando simétricos,  las piernas largas y robustas, las nalgas saltonas y brillantes, me miras mucho, comentó coqueto, luces bien, los años han marcado tu atractivo, gracias comentó Beto, mientras giraba lentamente mostrando aun mas sus formas.
Apago la luz?, preguntó Juan, en el fondo no quería desnudarse frente a Beto, los años no lo habían tratado como a su exnovio,  con calma le susurró Beto , yo también quiero verte, y lentamente le desabotonó la camisa, mientras le besaba el cuello, Juan empezó a rasurarse la cabellera desde que sus entradas empezaron invadir su cabeza, tenía unos ojos grandes y celestes como el agua, su piel era pálida, y las arrugas se acentuaron al rededor de sus ojos y labios, mantenía una sonrisa preciosa y unos dientes perlados que alabó Beto.
La camisa cayó al suelo dejando ver un tórax de vello dorado, delgado y recto, de escaso pectoral y hombros estrechos, de largos brazos, de cintura algo invadida por el abdomen, hueles  a madera le comentó Beto al oído, mientras desabotonaba el pantalón, la fragancia de siempre le dijo Juan, el pantalón se deslizó al suelo junto a unos bóxer a cuadros, Juan quedaba expuesto, sus piernas velludas , su genitalidad frondosa, mostraba un pene rosado, erecto, de glande desnudo por una circuncisión infantil, generoso , largo y grueso, simétrico y estético, lo recuero bien comentó Beto, no has cambiado mucho y sonrió. Los besos dieron paso a lo demás. Hicieron el amor por más de una hora,  y fue distinto, calmado, sin acrobacias, con exageración en aquellas cosas que Beto sabía que alocaban a Juan y que Juan sabía que hacían tiritar a Beto, lo besó donde él siempre pidió que lo besen, lo penetró con la delicadeza que nunca tubo y que siempre reclamó Beto años atrás. Fue un reencuentro sexual perfecto.
Al terminar, Beto lo miró a los ojos y confesó que solo Juan le hacía el amor de esa manera, solo él había logrado hacerlo llegar al cielo sin tener que tocarse, con sentir su pene dentro suyo, invadiéndolo  rítmicamente, lograba arrancarle los fluidos que en otros casos,tenían que ser extraídos con ayuda de una paja. Juan sabía lo que le comentaba Beto, lo habían hablado hacia años, Juan lograba que Beto tuviese un orgasmo extremo solo con ser penetrado por él.
Sonó el teléfono, Beto contestó apresurado, si amor, dijo, en este momento me conecto. Cosas del trabajo, le comentó a Juan, si ve, no te preocupes,  te volveré a ver? Eso sería bueno, claro pero cuando?, en 15 años? Espero que no tenga que pasar tanto tiempo se miraron por largo rato, se sonrieron, sus ojos se humedecieron, Beto se vistió rápidamente, y salió de prisa, olía a madera, no quería perder ese aroma. Juan se tendió sobre la cama, encendió un cigarrillo, desnudo, mirando al techo, las lágrimas invadieron sus ojos mientras sonreía.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Instantáneas.


Instantáneas..

Gonzalo 21 años..
Caminábamos juntos de por esa plaza muy iluminada, pero desierta, eran ya las 3 o más de la mañana,  nos reíamos en silencio, habíamos bebido más de la cuenta, lo acompañaba a su hotel, era el último día, él se iba fuera al amanecer, y  no me contuve, me planté frente a él, y cogiéndolo de la cintura lo besé en los labios, sentí su rechazo inicial, pero perece que la menta de mis labios lo hipnotizó lentamente, y correspondió a un tierno y duradero beso. Segundos después, mirábamos alrededor, no había nadie, nos miramos y me sonrió sonrojado negando con la cabeza. Lo amo.
Mario 35
Au me rio cada vez que veo esa foto, sonreía en la discoteca, rodeado de sus amigos, era tan niño, pese a sus veintitantos, sus enormes ojos proyectaban mas vida que nunca, su risos invadían su frente, estaba con ellos, pero me miraba a mi, como de reojo, como sabiendo que éramos amantes, discretos, ausentes físicamente el uno del otro esa noche, aún asi, su mirada robaba las mía y mi cámara apunto disimuladamente, y quedó para siempre no solo en mi álbum sino también en mi memoria. Lo amo.
José 15
Mamá me abrazó mientras lloraba, me dijo que me amaba, que yo sería su hijo siempre, que sentir lo que yo sentía no era malo ni pecado, que lo importante era tener esa capacidad de sentir, sollozaba mientras me hablaba, y yo no dejaba de nublarme por la marea que invadía mis ojos, sentí su pecho acelerado, y sus manos sobre mis mejillas.. La amo.
Rubén 56
No tengo una imagen, tengo cientos de ellas, no quiero filtrarlas por prioridad, no sería justo, me dio  todos esos momentos mientras estuvo conmigo, podría irme sin haber construido ni criado, pero feliz por haber podido encontrarlo, por haberlo amado, por seguir amándolo, aun no esté ya conmigo.
Charly 29
Lo amé, me hizo mil perradas, pero  además, me robó mil sonrisas, al poner las cosas en la balanza, creo que reí más de lo que sufrí, así que valió la pena y vale la pena recordar que durante el tiempo que fue.. lo amé.
Yo Treintaitantos,
Amo haber vivido lo que hasta hoy, que sigo amando esta vida, argumentos sobran, tantos, que hasta mantienen vivo este blog. Son historias prestadas, o a veces robadas, pero se hacen mías cuando les doy color, un color que tiene mis tonos favoritos, que me delatan en cada párrafo, que delatan mi sentir y m isentir pasado. Amé.. amo y no me niego a seguir en esa ruta, que me permite la felicidad por la que uno, al final de cuentas, vive.

domingo, 30 de octubre de 2011

Hablando Con Charly!

Hablando con Charly . (dudas a sus 17 años)
Charly tiene mil dudas, es gay, recién lo asume, así que ahí van algunas frases de lo chateado con él ayer…
Mantener en privado o secreto nuestras opciones nos exige demasiado, pero cuando  esa ha sido nuestra elección, es preciso hacer bien las cosas , y si caminan, da muestras  de nuestra inteligencia y habilidad. La pregunta es, será posible que sea así siempre? Si la respuesta es sí, menudo trabajo. Si por el contrario, no tenemos respuesta, hay posibilidades de crecer, de liberarnos y posiblemente de ser felices realmente.
Qué pensarán mis amigos si se enteran que soy gay?, probablemente a alguno le parezcas atractivo y hasta te invite a salir, si son tus amigos, no les debe interesar con quien te vayas a acostar (claro si ellos, siendo heteros, no están en tu lista), ahora si plantean  algún reparo, no te preocupes, se irán solos, pasarán a ser solo conocidos, tu vida se hará mas sincera, y quienes permanezcan a tu lado, serán incondicionales.
Nos preocupamos del qué dirán los demás, a veces demasiado, sin percatarnos del qué dirá él que está con nosotros, que es parte  nuestra, a quien queremos, a quien escogimos. Vale la pena estar pendiente de sus pensamientos y necesidades, al fin y al cabo, él es quien nos importa.
Ayer me dijo que me amaba, me dejó frio. Nunca se dice te amo, ni siquiera se suele escuchar esa frase, con la frecuencia esperada, la mente del hombre no ha sido diseñada para soltarla a otro hombre, ni para recibirla de uno,  hay que practicar usarla, ya que es preciso sazonar la relación con ese detalle. 
Me gustan los pantalones un poco apretados. Y a mí me gusta la torta de chocolate, bueno trato de evitar comerla con helado y galletas ya que me engordaría (aún más), así que evita ponerte esos pantalones ajustados (que por cierto te quedan bien), con otras prendas que le  griten al mundo que eres gay . Salvo que quieras realmente hacerlo, si es así, bienvenida la moda.
Es malo ser gay, NO, es enfermizo, NO, es extraño, A VECES (y a veces ahí está el encanto), y eso de las opciones , BUENO, UNO SE INICIA DE ALGO, SE TRANSFORMA EN EL TIEMPO, PERO DESCUBRE QUE HAY COSAS QUE NOS GUSTAN MAS, Y ASI JUGAMOS A PARTIR DE AHÍ, HAY MUCHAS MAS COSAS QUE HACER EN LA CAMA QUE SIENDO HETEROS.., estamos condenados a estar solos, NO, EL AMOR, EL DESEO, LA NECESIDAD DE SOMPAÑÍA, LA CAPACIDAD DE CRECER JUNTOS, Y DE ACOMPAÑARNOS EN LA VEJEZ, SON DONES QUE NO NOS HAN SIDO NEGADOS POR SER GAYS.
Es posible dejar de ser gay, NO, ES NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS, bueno podríamos intentarlo, hay muchos ejercicios insanos que intentar reenfocar nuestros deseos, que podrían calmar falsamente a nuestra familia, que quizás nos den cierta esperanza de volver a ser normales, pero todos ellos carecen de resultados reales, ya que la naturaleza no se cambia de la noche a la mañana, y menos en algo que no daña a la misma naturaleza, uno podría intentar todo aquello, pero solo se expone a perder aquello que es el fin supremo de la vida, SER FELICES de verdad.




martes, 18 de octubre de 2011

Mil Formas de estar Lejos!


Mil formas de estar lejos
Manuel acaba de leer el ultimo mail que Carlos le ha enviado desde la oficina,  se despidieron esa mañana con afecto, y en sus líneas le recuerda que lo extraña y está ansioso de que llegue la noche para poder reencontrarse, Manuel sonríe para sí mismo, sabe que siente lo mismo.
Javier odia que Peter viaje, su trabajo lo tiene de un lugar a otro, odia sus llamadas y sus mensajes al facebook o sus mails, aunque lo que realmente odia es que Peter no esté cerca, aun no aprende a extrañarlo.
Marco odia estar lejos, odia tener que pensar en reencontrarse, en volver a verlo, a sentirlo a jugar de frases y toques, a olerlo, a mezclarse con su aliento, a seguir su ritmo, a tenerlo para él , en esos momentos que son solo de ambos, odia tener que estar lejos, tener que escribirle, tener que llamarlo, tener que recordarlo, se lamenta de la distancia, pero se maravilla de la esperanza del reencuentro, le da energía, le permite correr, hace que el tiempo tenga sentido, que se gaste con gusto porque no es estático, fluye, lo acerca a él.
Juan Carlos vive de esperanza, de saber que está bien, que está tranquilo, que tenerlo en mente es tenerlo vivo, hacerlo eterno mientras duren nuestros latidos, de haber sabido que existió, que dejo su marca en quienes lo amaron y que permanece ahí, extrañado por quienes aun lo recuerdan.
Tuto vive sonriente esperando que llegue este fin de semana, Miky retorna como cada mes, tiene clases, pero además viene por él, su complicidad les ha regalado ya tiempo, y se perfila en esa dirección, hoy les ha tocado extrañase por distancia y trabajo, pero se promete convivencia y felicidad, rico esperar así que lleguen nuestros fines de semana.
Renzo aun no tiene a quien extrañar, lo hace platónicamente, como todos en algún momento, sabe que llegará, se hace mil ilusiones y fantasías vinculadas a la perfección, sé que no será así, pero que va, son sus sueños, y mientras lo sean, que tengan todas las sonrisas y colores que su imaginación le permitan
Ahora me dispongo a eso mismo, a recordar, a saber que a tu lado es perfecto, que me puedo dar el placer de extrañarte, que añoro verte y tenerte para mí, que será posible,  porque estás ahí, para mí, pensando en ambos, en lo que somos cada quien  junto al otro, y en que la distancia nos permite esas sensaciones extrañas que solo se pueden sentir cuando se quiere.

viernes, 7 de octubre de 2011

Solo y para El.

Solo  y para él.
Llegó algo agitado al hotel, se hallaba de viaje por trabajo y algo lejos de casa, intentó comunicarse y solo lo recibió la contestadora, la corbata voló por los aires y el saco cayó sobre la alfombra, encendió el  televisor en el canal de noticias, estaba estresado, pero la noche que ponía fin a ese día, lo hacía también a ese bendito evento laboral. Apagó la tele.
Se comunicó con la administración y solicitó un termo de agua caliente, una tasa y manzanilla. Era el momento para entregarse a unas copas, pero prefirió el retiro y refugio que le ofrecía el cinco estrellas que la compañía proporcionaba.  Encendió la portátil y soltó música, su música, P. Nutini, J. Mraz, en fin, de esa línea, encontró el libro que tenía a medias y se dirigió al baño, empezó a llenar la bañera con agua caliente, colocó todas las sales que encontró, y una vez que llegó el agua, se preparó una infusión endulzada, y así desnudo se introdujo con cuidado, teniendo siempre a la mano una toalla para secar sus manos y permitirse leer hasta que el agua se enfriase.
El volumen de la música era perfecto, el calor del agua se combinó fácilmente con el propio, los espejos se empañaron, la luz era tenue, pero una  lámpara iluminaba las páginas que fluían fácilmente entre sus manos, leía a Gordon, una novela que forma parte de una saga de historias médicas de diferentes épocas, se distraía con su piel desnuda; en varias ocasiones introdujo sus manos y se tocó coquetamente entre las nalgas, el periné , jugó con su escroto relajado, para detenerse ampliamente en su pene flácido y extendido,   de glande expuesto, sonrosado, magnificado por el agua, cuando   una erección se proyectaba retomaba la lectura, no se permitía los juegos, la idea era  relajarse.
Habrá permanecido en esa escena unos 20 minutos, la música seguía sonando, la sentía más cerca, la novela descansaba sobre el banco puesto cerca a la tina,  sus ojos estaban cerrados y en su mente se dibujaban gratos recuerdos, sonrisas, voces, piel, calor y pasión.
Lo tenía muy presente, el tono de su piel, su pilosidad fina, sus rulos sobre el rostro, los hombros afilados, el pecho plano y el abdomen inexistente, su juventud, sus nalgas saltonas, sus genitales en perfecto juego a su anatomía, sus pies, su olor, su timbre de voz, su tiempo juntos, su ausencia.
La erección se hizo rebelde, se tocó con picardía, se ocultaba entre la espuma, escapando de alguna mirada inexistente, se reía para sí, era un niño explorándose por primera vez, se veía atrevido,  enorme, dueño de un dominio inmenso, siguió tocándose, una mano friccionaba el pene con tosquedad, mientras que la otra recorría su abdomen, ya no tan plano, su pecho algo blando, se deslizaba por sus caderas, llegaba a esas nalgas casi inexistentes, hurgaba por el periné para encontrarse con esa otra mano, ahí, en la zona de acción, pese a sus años,  que ya habían superado los cuarenta, aún se sentía vivo, capaz de jugar con el recuerdo de quien se encuentra  a la distancia, pero a quien recuerda, a quien quiere; capaz de retomar ese entretenimiento adolescente pero ya sin sentimientos de culpa.
Al cabo de un instante una estela blanquecina se dibujó entre el agua, su cuerpo se relajó bruscamente, su frente sudaba, y una sonrisa sardónica se dibujaba en sus labios. Desaguó la tina  y encendió la ducha fría, se enjuagó calmado, se secó con agilidad, tiró las toallas, y se refugió desnudo entre unas sábanas blancas muy suaves, para retomar la acción en sus sueños, intentando eliminar el tiempo y acortar las distancias que lo separan de él, a quien extraña y quien ama.

jueves, 6 de octubre de 2011

De vago.. Reporte de un viajero.


De vago. El reporte de un viajero.

Hoy he salido temprano de las ocupaciones, he dado una vuelta por la ciudad y me he plantado en un barcito en la plaza mayor, en la sombra, ya que andamos a mas de 25 grados, frente al municipio,  viendo el trajín típico de una ciudad más o menos agitada.

Hay de todo parecido, circulan muchos, unos muy semejantes a los otros, una caña y unas patatas (cerveza y papas fritas), son la compañía de esta media mañana. Algunos por acá cerca se manifiestan  en grupo, no joden al resto, solo bulla y motivos justos, yo solo observo.

Me he decidido por opinar respecto a quienes vea, quizás pesquemos a uno u otro que valga la pena algunas líneas, en términos generales el biotipo  incluye un tono claro de piel, una figura de lo más cuidada, y un promedio de edad por encima de los treinta, La manifestación se detuvo a dos cuadras del municipio.

El tono de voz es de lo más estruendoso, la vitalidad se demuestra por gritos, y risas que por lo general son carcajadas, ellas no escapan a la regla.

Por ahí vienen dos, uno camina cerca a otro, le envía miradas disimuladamente obvias, un gay como yo, se da cuenta que ambos lo son también, aunque creo, que cualquiera a mi lado, y sin esa condición, habría notado lo mismo.  Uno de ellos como que alto, por encima del 1,80, aunque por acá es lo común, blanco, de pelo largo y lacio y marrón, de cejas gruesas y barba algo crecida, flaco para mi gusto pero nalgón, esos pantalones ajustados lo delatan, su sonrisa muestra una dentadura algo amarillenta, seguro debido al pucho que enciende tras votar el ya consumido. Su acompañante, su pareja a mi juicio, le increpa que pare la fumada y lo mira con una ira amorosa, más bajo, y algo mas lleno, de gym diría, de escaso pelo, por eso al ras, de barba delineada, de polo ajustado y sin mangas, lindos brazos aunque tatuados con motivos tribales,  la cerveza ya hace efecto, la carga de alcohol es mayor a la acostumbrada, quiero que se acabe, espero pedir otra.

Los manifestantes, todos muy jóvenes, se dispersan, sonrientes, la policía ríe con ellos. Los entienden, quisieran marchar con ellos, pero les tocó la otra esquina.

Un tipo muy bronceado se ha sentado junto a mi mesa, es muy atractivo y de lo más relajado, me ha mirado reiteradamente, lo evito, me falta alcohol, tendrá veintitodos, está al saco y corbata (entallado y seda), carga un maletín de cuero algo trajinado,  y se hace de lo mas coqueto mientras habla al celular. Tiene el pelo claro, casi rubio, chiva y  gafas de aumento de montura aérea, corta y me da los buenos días, charlamos dos palabras y se muda a mi mesa, que atrevido, que atrevido yo al aceptarlo, la conversa es grata, trabaja en una oficina de enfrente, es su refrigerio, en mi mesa bebe una coca light y come un bocadillo,  se despide con un apretón de manos muy varonil, me deja su tarjeta y se ofrece a darme una mano de hacerme falta en cualquier  momento en estos que no son mis dominios, se lo agradezco, no es gay.

En la mesa de al lado, una señora estaciona a su esposo, son de lo mas seniles, sonrientes y gentiles, ella le pide una caña blanca (cerveza baja en alcohol), y unas papas, para él, lo acomoda y se marcha a hacer sus cosas, están sobre sus ochentas y a él se le notan mas, espero que lo recoja pronto, al tío se le acabó la cerveza.

Los marchantes ya dispersos circulan muy cerca a mí, jóvenes todos, universitarios  por la mejora del sistema, ellas muy lindas, y ellos al también, mucho a mi gusto, sus sonrisas son contagiosas roban las mías, mentalmente me uno a su causa, sana forma íntima de complicidad no sexual.

La pareja de hace un rato retorna, sonríen con descaro, se delatan el uno al otro, los envidio y admiro, al resto no les importan, cada quien en sus rollos.

La señora acaba de llegar, le imprime un beso al marido, le pregunta si todo bien, lo acaricia, tiene la bolsa llena de las compras del mercado, vamos le dice, el tío se para con algo de dificultad, se marchan juntos, yo pido la segunda cerveza, apago la pc, saco mi libro,  colgaré esto al llegar al hotel, el calor no se va, mi sed se incrementa.

martes, 4 de octubre de 2011

Reporte distante!!


REPORTE DISTANTE
Ando lejos y algo confundido por cuestiones de horario y clima, asumo que tras este primer día, las cosas se acomodarán un poco.
Viéndole por estas rutas me lamento de andar solo, deberías haber estado junto a mí, hacer estas calles añejas a mi lado, probar este aire que es acariciado por un verde extenso, sentir el hablar típico de la gente del lugar, sus rostros gentiles y atentos al foráneo, coincidir tu mirada a la mía y sonreírme con complicidad, darme la mano al llegar a la habitación, fundirte en mis labios cansado por lo hecho pero entusiasmado por lo que se haría tras esas cuatro paredes que encierran el confortable espacio que me acoge.
Nos merecemos esta fuga juntos, serías el  aliado perfecto, para compartir lo anecdótico, para maravillarnos con lo visitado, para irradiarme del calor que solo tu cuerpo me permite, para eternizar mis sonrisas, no solo por lo nuevo, si no por lo que significas, porque estos dominios deben ser tuyos, pero a mi lado.
Habrá chance, estoy seguro, espero que pronto.
Un beso desde mi escape.

martes, 27 de septiembre de 2011

A modo de pretexto!!


A modo de disculpa
Tu ausencia me ha robado la inspiración, me cuesta conciliar el sueño por estar evocándote, me ausento de mis obligaciones por andar presente en la estrategia de traerte, me lamento de no reír contigo, pero sonrío de con tu recuero, sé que no hay pretextos para no estar conmigo, para no dedicarme a lo que me corresponde, para producir aquello que es mi obligación, para ser yo contigo, solo que no te tengo, y sabiéndote mío, teoría se enfrenta a lo real, no estás, no me contagias calor, ni complicidad, ni placer, estás ahí , pero estas lejos.
No puedo dedicarme a mis líneas, así que te uso de pretexto para mantenerme en vigencia, estoy seguir que tenemos que retomarnos, y espero sinceramente que tras esa recarga de ti, vuela a ser yo, a rescatarme, a inspirarme, a sonreír contigo y por ti.

lunes, 12 de septiembre de 2011

GustOs...

Gustos…

 
Jano 16 años

Cuando esté con un hombre por primera vez me gustaría que sea maduro, como de 24, alto y un toque fuerte, que me haga feliz, que tenga un cuerpo de gimnasio, la barba crecida y sea ligeramente velludo, que me lleve a bailar, me invite unos tragos, me lleve a su cuarto o a un hotel, me desnude con suavidad, me coma a besos, y me haga el amor suavemente, que pase la noche conmigo, y al amanecer me prometa volverme a ver, y sea solo mío.



Gabo a los 19

Quiero un hombre de verdad, no de esos que dicen ser activos y te tocan más delicados que una flor, suenan a estafa, alguna vez hasta me sorprendieron con ropa interior de encaje y demás delicadeces, no lo quiero muy grande, hasta los treinta se ven bien, alto, delgado, y sin vello, de labios delgados, y pelo corto, me gustan las nalgas duras y las piernas fibrosas, y en la cama, que disfruten de mi, que aprovechen estas formas que el gimnasio a moldeado, que me agarren el pene mientras me penetran, que muerdan mi espalda sin marcarme, y que les quede animo para repetir la faena una y otra vez.



Juanjo 24

Hoy me desencanté de Luis, ya me cansé de verlo tan seguido, si no fuera por Martín y Robin, que aburrida sería mi vida, Luis tiene el cuerpo perfecto, y se deja hacer de todo, pero eso es lo que me cansa, no pone de si, está bien que sea yo el activo, pero tampoco, tampoco pues.. si Martín no fuera tan delicado, sería perfecto como para algo serio, y si Robin que es machito e inteligentón, y no fuese tan feo de rostro, arrancaría con él. Ya llegará el hombre perfecto.

Marco 30

Adoro amanecer junto a Francisco, adoro su aroma por la mañana, hasta ese aliento acidón me conmueve, sus formas jóvenes y trabajadas, su timbre voz cuando me canta, y hacer el amor con él, es como danzar tras el ensayo diario, fluido, rítmico, mirar su rostro cuando estoy en él, verlo morderse los labios mientras esboza una sonrisa, no me veo sin él, no existo sin él.

Joseph 36

No hay como un chibolo, entre los 20 y los 25, duros, y agiles, que sepan lo que quieren, pero que se dejen hacer lo uno quiere, en fin uno los compensa, que te besen con fuerza, que te cojan de los hombros fuertemente, mientras te penetran estando de pie, que sean suaves pero marcados por el ejercicio, sentir su arremetida agitada, y su respiración sobre mis hombros susurrándome alguna que otra grosería mientras lo hacen es lo máximo.

Diego 46

Lo extraño tanto cada vez que sale de viaje, su trabajo es terrible, pero lo compensa con creces cada vez que retorna, me conoce tan bien que no tengo ni que darle mis tallas, ni especificar el color de lo que me compra, sabe a que huelo y siempre acierta en los perfumes, me lee la mente cuando me compra un libro, y lo mejor es que yo he conseguido hacer lo mismo para él, si eso es amor, ando enamorado desde que lo conozco, desde que decidimos vivir juntos, desde que amanezco a su lado y soy solo de él y para él.

Felipe 65

Su partida solo me deja con la ilusión de reencontrarlo, quiero devolverle todos esos besos que me dio estos años, creo que me besó mas a mí que yo a él, así que esa está pendiente. Me hizo feliz, y no sé si conseguí lo mismo en él.





jueves, 1 de septiembre de 2011

Sí, soy YO

Sí, Soy yo..

Arturo caminaba pensativo por una calle estrecha poco iluminada, eran ya las 5 de la mañana, pero el sol no se decidía a salir, los efectos del alcohol se había disipado como por magia, su mente giraba en torno a imágenes entrecortadas, mudas, agitadas, su corazón se aceleraba, lo invadía la angustia.

La noche anterior, habían salido en grupo, compañeros de universidad en una clásica andanza de alcohol y desarreglos, habían tomado en un bar del centro de la ciudad, tras eso a una disco de moda, que por cierto estaba repleta, el alcohol había inhibido el recato y cada quien estaba más galán que el otro, así que bailaron y se insinuaron a más no poder a cuanta niña les dirigía la mirada, Gustavo el mayor del grupo (andaba en 23 mas o menos), ligó y desapareció rápidamente, los otros 3 amigos se recogieron a seguir tomando, pero ya en casa de Mauricio, quien vivía solo, en un cuarto para universitarios, lo que le permitió ofrecer sus dominios para continuar la faena, una botella de ron y una coca enorme fueron la sazón para esa aventura, eran casi las 3 de la mañana y la noche se ponía interesante.

El cuarto de Mauricio era amplio pero escaso de mobiliario, una cama, una pequeña mesa y dos bancos, una jarra para la mezcla, algo de música en bajo volumen, y conversa casi a gritos, Lalo, abandono la causa, pidió un taxi y salió tambaleándose, no eran ni las tres y media, Arturo siguió sirviendo ron, y Mauricio fue el cómplice perfecto para la empinada.

Al cabo de varios tragos, el rostro de Mauricio cambió, se hizo inquisidor, y al mismo tiempo risueño, dejó el banco para sentarse al borde de la cama al lado de Arturo, a partir de ahí comienza la tormenta mental de Arturo, tiene frases a medias en la mente, “me gustas” “siempre me atrajiste” “que suaves son tus manos”” puedo besarte?”,tiene imágenes trastocadas, ropa que se retira del cuerpo, desnudez torpe, besos grotescos, y manoseos no menos sutiles, se mira tumbado en la cama con Mauricio desnudo encima, alto y delgado, fuerte, recuerda lo irritante de su barba castaña como su pelo, crecida, arando su rostro, su pecho, su pene, lo recuerdo agitando toscamente un pene que luchaba por erectarse, y que tras conseguirlo, fue introducido en una boca tibia y húmeda, las imágenes van y vienen. Recuerda a un Mauricio a Horcajadas sobre si, en cuclillas s mientras humedece con saliva el pene de Arturo, y lo guía al ingreso, recuerda en vaivén reiterado, y sin final, recuerda a Mauricio tendido a su costado, al despertar, desnudo, no lo recuerda desagradable ni avergonzado, el sentimiento es indiferente y distinto.

Recuerda haberse vestido rápidamente, lavado el rostro y salido cauto, como si hubiese pecado, corrido unas cuadras como escapando, y calmado el paso en esta callecita angosta y poco iluminada.

Estas cosas pasan se decía mentalmente, debe haber sido el alcohol, seguramente no hicimos nada y mi imaginación me hace la pasada… se preguntaba y respondía mentalmente, se rió para sí cuando empezaba a convencerse de lo poderosa que podría ser su imaginación.. llegó a casa, se desvistió en el baño y se contemplo al espejo, su cuerpo tenía las marcas que su imaginación había dibujado, caricias que oscurecen la piel y la ponen vinosa, en cuello, pecho e ingles, su pene irritado y sus nalgas como si las hubiesen amasado, negaba lentamente frente al espejo, se tocaba cada rincón señalado, empezaba a recordar, se odiaba y odiaba a Mauricio, los minutos pasaban, y en su entrepierna empezaba a delatarse un sentimiento descubierto, mientras mentalmente repetía las escenas toscamente recordadas, una erección generosa se proyectó extrañamente, Arturo cerró los ojos y se masturbó, fuerte y toscamente, emanó voluminosamente y se lamentó de no tener nuevamente a Mauricio en ese momento.