jueves, 6 de agosto de 2009

NuEvO MunDo

Y no somos los mismos
V
Jano y Gabriel iniciaron una travesía por un mundo diferente, cambiaron sus rutinas, se hicieron más que cómplices, Gabriel ya no andaba solo en los recreos, buscaba a Jano, Jano dejó el futbol, y acompañaba a su amigo, ambos se sentaban bajo un árbol, cerca del kiosco, y a veces no hablaban, pero estaban juntos. Sus miradas coincidían, casi siempre, haciendo cosas similares, viendo a alguien interesante que se cruza por ahí, o al escuchar alguna indicación de un profesor, al oler algo desagradable, al oír alguna barbaridad, en fin.. Sabían que cosa le llamaba la atención a cada uno de ellos, y tras suscitarse ese evento, se buscaban para ratificar ese conocerse tan bien.
Jano cambió de estilo, ahora se preocupaba por su apariencia, Gabriel lo asesoró al elegir un nuevo pantalón, y le sugirió algunos colores que le sentaban mejor, tonos de azul, turquesa, blanco de estampados….. Cambió su corte de pelo, es mas se deshizo del pelo, lo corto al ras, y se veía muy bien, dejó de usar solo zapatillas, se afeitó por primera vez.
La mirada de Jano se transformó, encontró algún sentido al tiempo libre, compartirlo, ya no con un grupo, si no solo con su amigo, empezó a hablar más por teléfono, y solo discaba un número, empezó a cerrar la puerta de su habitación, a contradecir algunas veces el mandato de mamá, sobretodo cuando se trataba de transformar su agenda, él ya siempre tenía planes.
Fueron a su primera fiesta juntos, y tras esa muchas fiestas más, coincidieron con algunos amigos de gustos similares, cambiaron su grupo más cercano, pasaron de año, y se hicieron inseparables, pero al mismo tiempo separados del resto de la clase, los chicos los empezaron a percibir como extraños, insinuaban lo distinto de su sexualidad, mas de una vez sonaron comentarios anónimos y en voz alta, respecto a la hombría (o a la ausencia de tal) de Jano o de Gabriel, eran la “pareja de niñas”,” las amiguitas”, “los cabros” o simplemente el “par de maricones del último año”, a un comienzo esto mortifico a Jano, Gabriel lo disimulaba mejor, pero finalmente , terminaron por ignorar al resto, por reducir su grupo, por hacer un grupo de a dos.
Una tarde Gabriel llamó a Jano por teléfono, y le dijo que esa noche saldrían a una discoteca, era la primera vez que visitarían una, pero que no sería cualquier discoteca, si no una “discoteca de ambiente”, aquellas de exclusividad para gente homosexual o para gente muy vinculada a ese grupo, le pidió que llegara a su casa temprano, como a las 9 , para alistarse juntos, y de ahí salir rumbo “al Punto”, así se llamaba el lugar. Jano no supo que decir, le intrigaba el asunto, pero al mismo tiempo lo avergonzaba, no sabía a quienes podía encontrar ahí, y cómo reaccionaría si alguien se enterase de esa incursión , o con qué ropa ir, las dudas iban desde lo más existencial, hasta lo más superfluo; de antemano había decidido ir, solo tenía que aclarar sus dudas, o dejarlas para otro momento, había mucho que planear para esa noche.
Acudió puntual a donde Gabriel, vestía su jean nuevo, zapatillas de lona, y un polo algo ajustado de color blanco, Gabriel lo vio y lo beso tiernamente, le prestó una correa de hebilla gruesa, y lo perfumó con una fragancia de Calvin algo fresca, el vestía un jean decolorado, y un polo azul de mangas largas muy ceñido al cuerpo, el pelo muy trabajado, en varias puntas que se proyectaban al cielo, había untado crema en sus manos, llevaba puestos varios brazaletes de hilo, algo artesanales, y un collar de cuentas pequeñas , que parecía ahorcarlo, se veía bien, Jano se sentía orgulloso de acompañar a alguien tan guapo, pero Gabriel sabia, que en ese medio, Jano sería la atracción, era muy guapo, muy varonil, medía casi un metro ochenta y la rutina de abdominales que habían empezado hacía un año, había dado resultados, si bien es cierto aún era muy delgado, ese detalle iba de la mano con su juventud y su carácter, Gabriel confiaba en la timidez de su amigo, y solo esa característica de su carácter, le garantizaba su compañía durante toda esa noche.
Llegaron como a las once, ingresaron tímidamente, pero rápido, había que permanecer lo menos posible al exterior, para no ser vistos y menos reconocidos, una vez adentro, se pintó un mundo nuevo, habían pocas personas aun, pero todas ellas lucían sonrientes, algunos en la barra, otros en pequeñas mesas. Algunos de la mano, otros besándose tiernamente , otros con besos mas pasionales, varios bailando, incluso pegando sus cuerpos, no existían mujeres en ese mundo, al menos, no habían identificado a ninguna, pidieron una coca cola cada uno y se sentaron en una mesa pequeña, eran los nuevos, de inmediato se acercaron unos muchachos mayores, como de 23 o 24 años, y los desvistieron con la mirada, les preguntaron sus edades y los invitaron a bailar, Jano quedó petrificado, Gabriel mas resuelto se limitó a decirles que eran Jano y Gabriel, y que no gracias, no deseaban bailar, los muchachos, se distanciaron pero no dejaron de mirarlos durante toda la noche. Esa visita les permitió observar un mundo que era de ellos, y de nadie más, no tomaron alcohol, bailaron solo un par de canciones, lo hicieron de la forma más indiferente posible, a las justas uno giró al otro, pero sus almas lo disfrutaron, se distrajeron mucho al ver al resto, incluso identificaron a un par de muchachos que ya antes habían visto en la escuela pero que ya habían egresado, los saludaron con el afecto de un amigo de años, cogieron sus teléfonos, con la promesa de juntarse nuevamente, habían iniciado un nuevo grupo, un grupo más afín, gente que pensaba y sentía como ellos y esa idea les fascinaba.
Salieron pasadas las dos de la mañana, el Taxi dejó a Jano en primer lugar, se despidieron con un abraso, un beso resultaba muy obvio frente al taxista, quedaron en juntarse el domingo después del almuerzo, tenían mucho de qué hablar, y nuevos amigos a quienes llamar.
Proximo Capitulo : DomIngO 9 de aGosTo

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