viernes, 14 de agosto de 2009

quE Joda!

Escuela Cruel!

Ayer mantuve un par de conversaciones interesantes, una utilizó estos medios virtuales, la otra trasladó ese inicio al hilo telefónico, en ambas, recordaban mis nuevos amigos, su experiencia, algo desagradable, de delatarse diferentes en la el colegio.
Los amigos, o mejor dicho, compañeros, utilizan varias veces el grupo, para poder enfrentar sus dudas y reafirmar sus convicciones grupales y lo hacen frente al débil o a aquel incapaz aún de poder utilizar argumentos en su defensa, sean físicos, o teóricos.
Erick, que estudió en un colegio de varones, sufrió ese acoso, que fue más allá, fue tocado y en algún momento prácticamente sufrió de abuso, el más macho del aula, es el primero en corretearte en el baño, y en tocarte las nalgas, es el primero en ponerte de espaldas y hacerte sentir su adolescente virilidad, muchas veces se atreve a besarte; y uno se pregunta quién es el que tiene dudas, al fin y al cabo, uno anda en el plan serio que requiere el reconocerse gay, otros , utilizan su fuerza o liderazgo para mostrar sus reales tendencias. Suele ser común que el más pelotero, el más agresivo, incluso el primero en tener vello púbico, adquirir masa corporal y cambiar de vos, es el más propenso a necesitar de otro , varón y débil, para reafirmarse hombre. El gay, suele ser el reflexivo, él prefiere sentir, antes de forzar las cosas.
Muchas veces es el seno de la familia, el lugar de estas transgresiones, no solo desde el punto de vista gay, la experiencia sexual primigenia, que incluye toques y demás arrebatos, suele darse en casa, con gente cercana y de edad similar, el beso fugaz con las primas, o los toques bajo la cama en el juego de las escondidas, o en otros espacios más insólitos. Muchas veces es el primo cercano, el primero en solicitar ser tocado, o incluso en pedir que se le haga sexo oral, los 11 o 12 años, dan pie a estas experiencias sexuales, no normales pero comunes. Pero usualmente en estas existe acuerdo, y silencio, y finalmente olvido e indiferencia, la crueldad del colegio no tiene nombre, y es parte de la latina forma de ver las cosas.
Pero las cosas cambian con el tiempo, conozco pocos gay que no sean abiertos de mente, y esa apertura te permite observar el mundo de muchos modos distintos, y poder enfrentar circunstancias difíciles y salir airosos, concluir el colegio satisfactoriamente, el ingreso a la universidad, la carrera con éxito y la gerencia o la empresa deben hablar por nosotros, hay excelentes médicos, arquitectos, comunicadores y artistas gays (además de otras profesiones menos frecuentes), que sin dar luz de su opción, han hecho que ésta, sea lo menos importante en su vida, quienes son y qué hacen habla por ellos y a eso debemos apuntar; a utilizar el problema de infancia, como una forma de reafirmarnos, como un reto para conseguir volver a ver esos rostros burlones, estando en la comodidad de un auto del año, o en una casa de una planta estupendamente decorada y siempre sonrientes y felices. (Solo utilizo el éxito material como una forma de pintar la esencia de la recomendación), sé de varios que han saltado esa barda, a quienes cuyos padres desplazaron, ser ahora sus sustento y orgullo, a quienes rechazaron en la escuela, ser ahora sus empleadores, a quienes sollozaban antes, sonreír ahora, pero con el alma.
No a todos les toca esa “joda” escolar, pero el asunto es no renunciar, no caer en la derrota, no huir, ser fiel a nosotros mismos, y saber que las cosas nunca pueden seguir de malas, que en algún momento tienen que ir mejor, que el sol siempre sale, y cuando nos ilumine, lo haga solo para hacer crecer un terreno que nos permitimos sembrar pese a la adversidad.
CarlosD

1 comentario:

  1. ... bah ! q positivo... muy idealista pa mi gusto y donde quedo el toque ?

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